Hoy se miente, impunemente. El gobernador José Rosas Aispuro Torres dice que se invirtieron 6 mil 500 millones de pesos en obras en todo el municipio de la capital de Durango y uno queda en el AZORO y se pregunta ¿dónde están las obras?

No se entra al servicio público para servir, resolver, atender, salvar; sino para escalar y, si se puede, robar. Por supuesto, ello implica engañar.

Hablamos de la mentira, de cómo en Durango la hemos mitificado hasta no saber si lo que vemos es la realidad o a una vil falsedad.

Pero lo que se miente desde el CCB es el producto más acabado de un Durango deformado desde hace seis años.

No hay que olvidar que el Servidor Público es la persona que desempeña un empleo, cargo o comisión subordinada al Estado y está obligada a apegar su conducta a los principios de legalidad, lealtad, honradez, imparcialidad y eficiencia, principios que no se aplicaron en el gobierno de las mentiras llamado Durango.

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