Esquizoide, pareciera, impulsar la militarización de la Guardia Nacional y del País, por un lado, y, por otro, acusar a mandos y tropas del Ejército mexicano de la desaparición de algunos de los activistas estudiantes de la Normal Isidro Burgos en Ayotzinapa, como si ello no manchara a toda la institución.
Salvo que la idea no sea desaparecer a la Guardia Nacional diluyéndola en las filas del Ejército, sino lo contrario.
¿Guardionalización en lugar de militarización?