Las dinastías políticas en nuestra entidad han dejado su legado a través de los partidos y las instituciones que conforman el gobierno y sus herederos dentro de las estructuras de poder asumen sus mismas condiciones, con un ambiente de impunidad y perversión, al tomar del erario recursos para su propio beneficio, y así comenzamos cuenta.

1.- Se dio a conocer a través de redes sociales que la Fiscalía Anticorrupción derivado de una denuncia ciudadana, investiga por enriquecimiento ilícito de la ex Primera Dama, mientras que la Contraloría ya investiga al ex Gobernador así como a seis ex funcionarios más, lo que también lleva a revisar la actuación de quienes integraron su círculo cercano, sobre todo, porque se estableció un fuerte control de las áreas administrativas de las diferentes dependencias, por lo que deberá ser premisa de la Fiscalía integrar un debido proceso para que verdaderamente se responsabilice por el quebranto financiero del estado.

2.- El grupo en el poder no sólo se enquisto al interior de la administración estatal, sino que también tomó por asalto el Partido Acción Nacional en los últimos años y que ahora pretende manejar las elecciones de la nueva dirigencia, cuando se han modificado las preferencias con miras al sufragio del próximo 18 de diciembre, ya que hay interesados en protegerse desde un bastión político, dada la crisis financiera provocada por el desvío de recursos que provocó un desfalco por casi 30 mil millones de pesos al erario público, lo que ya está siendo revisado por las autoridades federales, sobre todo, cuando la mayor parte de los recursos estaban etiquetados.

3.- Así, se informó que las mediciones realizadas entre los militantes del PAN Gerardo Galaviz tiene un 61% de las preferencias, Mario Salazar 32% y Bernardo Loera 7%, con lo que se ha fortalecido el grupo afín al exgobernador y en el cual también se encuentran los panistas tradicionales, además de que ya han impactado al interior del partido político los señalamientos de corrupción, que ss han presentado en las instancias judiciales y que pretenden minimizar tanto la dirigencia saliente como algunos representantes populares albiazules.

4.- Este es el caso del alcalde Toño Ochoa, que a pesar de brindar su apoyo incondicional a Bernardo Loera, éste cada vez cuenta con menos respaldo, a pesar de que al interior del Ayuntamiento hay indicaciones de apuntalar al exfuncionario de la Secretaría de Educación, mientras que por otro lado, hay señalamientos de fuego amigo desde las diferentes áreas de la administración.

5.- En el caso del brote de meningitis, se dio a conocer a través de medios nacionales, que en los hospitales clausurados, se registró desde subarrendamiento de instalaciones, de instrumental y equipo médico, hasta tráfico de medicamentos, con el fin de beneficiar a médicos que realizan recorridos por los hospitales privados para llevar a cabo intervenciones quirúrgicas que les representan más recursos económicos, y más, cuando se produjeron enfermedades que tenían que ser tratadas en el mismo hospital y que representaron más ingresos para estos centros hospitalarios debido al nivel económico de las pacientes, lo que en lugar de detener el contagio, propició el aumento de casos.

6.- Por eso también debe aumentar la vigilancia de los órganos de control donde los trabajadores asignados sólo cumplen con las disposiciones que les dan sus superiores, como en el caso de la propia Contraloría o la EASE, de no llevar a cabo las auditorías correspondientes y la vigilancia de la ejecución de las obras, sin que exista una revisión exhaustiva y que ahora sean instituciones ampliamente cuestionadas por la falta de actividad y el amiguismo generado para tapar los huecos provocados por los servidores públicos.

7.- Durango debe dejar de ser la tierra prometida para políticos que con sus negocios pretenden hacer enormes riquezas, como los desarrollos inmobiliarios tanto y fuera de la ciudad, creación de plazas comerciales o la venta de puestos de trabajo a diversas personas, por lo que debe cumplirse la ley para evitar que continúe el robo a los duranguenses, que también se ejercen desde el poder.

Es tiempo, de salir de la burbuja en la que vive la clase política duranguense desde hace más de 40 años, ya que el mismo grupo en el poder, aun cuando haya cambiado de color, ha fomentado la impunidad, los ilícitos se han pasado de largo y no hay castigo a los responsables. Es tiempo de que pague el que la haga.

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