Durango, Dgo. (EL CONTRALOR). – El Paseo de Las Alamedas, un paseo de mucha vista, agradable, lleno de álamos, algunos realmente muy viejos. Es un lugar emblemático y hasta turístico de la ciudad de Durango, que en alguna ocasión se quiso adornar más, pero de manera desafortunada el “saco” le ha quedado grande.
La inseguridad que se ve reflejada con graffitis por todos lados, afean dicho lugar. Graffitis en estatuas, bustos, botes de basura, contenedores de energía eléctrica.
En general se puede caminar bien en este lugar, aparentemente sin inseguridad, pero entonces, es cuando uno se pregunta. ¿En qué momento los vándalos se aprovechan para hacer de las suyas? En este lugar se ha pretendido hacer un espacio y un paseo cultural, de tal modo que pueden verse diversas fotografías expuestas que son colocadas en lonas en diferentes estructuras metálicas, pero pronto están llenos de graffiti, de agresiones con navaja, con la cual desgarran las lonas impresas con fotografías y textos.
¿Cómo llevar al turismo a este lugar? ¿Qué le vamos a enseñar a los que vienen de afuera? ¿Que no tenemos la cultura suficiente para cuidar lo que es nuestro?
Las diversas estatuas de bronce también se encuentran graffiteadas, como la del Indio Fernández, a quien le hicieron pintas en el “trasero”, también por delante. En general, todas las estatuas de bronce han sido vandalizadas, incluso algunas se encuentran rotas.
Precisamente, cuando personal de El Contralor venía de regreso por Paseo Las Alamedas, encontramos respuestas, al menos algunas, que nos indicaron porqué el toro de lidia de bronce que ahí está, tiene el rabo roto. Y es que una familia de 3 niños permitió que sus hijos se subieran al toro, para montarlo, también se pusieron de pie sobre el mismo y muy seguramente algo similar pasó, cuando el toro tenía rabo, pues se pararon arriba del mismo, hasta que lo rompieron. Y muchas otras estatuas se encuentran en las mismas o peores condiciones, ya algunos sin rifles, brazos. Incluso hay nombres grabados en el piso de actores, pero sin estatua, lo que indica que optaron por desmontarla ante el daño que tenían.
Sí, es verdad que mucha culpa la tenemos nosotros mismos, porque no tenemos la educación, ni la cultura para cuidar cosas tan valiosas, pero tampoco hay sanciones, ni la vigilancia adecuada para que así funcione.
Desafortunadamente no hay el suficiente personal para vigilar la zona en mención, puesto que en la Zona Centro existen más necesidades, como la prevención del delito en cuanto al robo hormiga de decenas y decenas de tiendas de artículos y ropa que hay en el centro de la ciudad, mientras que en el Paseo de Las Alamedas se queda sin este servicio por parte del Municipio.
Lo peor de todo es que ya viene la marcha del 8 de marzo, la marcha feminista en la que se vandaliza todo cuanto se puede y estamos a la espera de que el Paseo Las Alamedas quede peor.

Foto 1
El Indio Fernández fue víctima de graffiti en su parte posterior y se muestra como obra artística en el Paseo de Las Alamedas.

Foto 2
El busto de Venustiano Carranza no se escapó del vandalismo.

Foto 3
También las estructuras de los botes de basura son adornadas con graffitis.

Foto 4
Rostros de estatuas de bronce pintados y graffiteados al antojo de los vándalos.

Foto 5
Prácticamente todas las estatuas de bronce han sido vandalizadas, como ésta.

Foto 6
Toda una “obra de arte” del graffiti son estos contenedores y protectores de luz eléctrica instalada sobre Paseo Las Alamedas.

Foto 7
La estatua de Julio Alemán, actor, también sufrió de la visita de los destructores.

Foto 8
Muy lejos se encuentra el Paseo Las Alamedas de ser un paseo cultural, como se pretendía hacer. Los vándalos cortan y arrancan el material ahí expuesto.

Foto 9
El toro de lidia no se les escapó, hasta el rabo le rompieron. Una cosa sí es segura, policías y vigilancia falta.

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