Durango, Dgo. (EL CONTRALOR).- El exgobernador José Aispuro Torres dejó sumamente enfermo a Durango, no solo en términos financieros, sino en casi todos los rubros públicos y sociales en los que su sexenio influyó de manera nociva, para obtener una utilidad lucrativa en afectación al erario público duranguense.

Su gobierno de filiación panista autollamado “Dgo. Para Todos” terminó el 15 de septiembre de 2022, pero la gravedad en que entrego a Durango hace que se compare a la entidad con un paciente que sigue grave, muy grave, en terapia intensiva para ser más claros.

En el lenguaje de la medicina, hablar del término Terapia Intensiva resulta algo incómodo y preocupante, pues se asocia con diagnósticos impredecibles, estado grave, aislamiento, incluso rondando las periferias de la muerte. 

Y así, con esa línea de lenguaje de la salud para tratar de exponer en términos generales y entendibles la situación en la que se encuentra el estado de Durango, se dice que un médico intensivista ve las dos caras de la moneda:

El lado del paciente crítico y todo el procedimiento que se lleva a cabo en dependencia de cada caso, y el lado de familiares donde la espera parece interminable y la angustia es estresante.

Durango es como un paciente en terapia intensiva, y es esa angustia eterna la que se observa en todos los ámbitos donde las cicatrices del pésimo sexenio aispurista no sólo siguen abiertas y con dolor, sino que parecen estar destinadas a convertirse en un padecimiento crónico.

Veamos algunos síntomas de la gravedad que reporta el paciente que es Durango, en estos momentos:

1.- Moribundo en términos financieros.

2.- Socialmente triste y deprimido.

3.- Políticamente roto, dividido y confrontado.

4.- Ralentizado en su desarrollo. Casi en shock.

UNO.- MORIBUNDO EN TÉRMINOS FINANCIEROS:

Durango se encuentra en una situación financiera muy precaria, con deuda pública y privada crecientes, también con falta de inversiones en áreas críticas como la educación, la salud, la seguridad, el campo y carencia de liquidez para apoyar con créditos a la mediana, micro y pequeña industria o comercio. 

Además de la mala administración de los recursos públicos que ha llevado a una falta de transparencia y responsabilidad fiscal, lo que ha resultado en una economía debilitada en todos los ámbitos generadores del desarrollo económico y con una población cada vez más pobre, más decepcionada, más frustrada e irritada.

Aispuro Torres se llevó todo lo que pudo. Él y sus secuaces fueron como una aspiradora que succionó todo lo que pudo en términos financieros y administrativos. Dinero que llegó a las arcas del erario público, dinero que se llevaron, que desviaron o malversaron la gran mayoría de sus funcionarios titulares de las áreas administrativas de cada dependencia de la estructura gubernamental del estado, amén de su red de bribones disfrazados de “empresarios proveedores”. Todos provenientes de otras entidades federativas y en especial de Sinaloa su primer casa.

Durante su nefasto sexenio del gobierno “Dgo. Para Todos” se dedicó a cercenar no tan solo las extremidades inferiores, sino también las superiores, a grado de dejar a Durango en una condición muy deplorable, y hasta en estatus de mendigo a espera de que alguien se apiade y se conduela de él dándole un mendrugo.

Y al nuevo gobierno “Dgo. El Valor De Nuestra Gente” encabezado por el doctor Esteban Villegas Villarreal le ha tocado sortear los tornados financieros que le heredo la administración panista periodo 2016-2022, ya que no solo debe sostener una constante gestión ante el gobierno federal de la 4T, buscando lo auxilien en lo más posible para tratar de paliar esta tremenda crisis económica. Buscando adelantos en participaciones federales como préstamos o adelantos para poder pagar una de las deudas más complicadas  que es la retención de impuestos a la burocracia y magisterio duranguense no enterados al SAT y por cuya causa se están pagando con elevadas multas y recargos que han hecho impagable dicha deuda y por ello se los están descantando a lo “chino” mes con mes.

La vida de la entidad duranguense, ha sido cimbrada constantemente en los últimos tiempos y constantemente nos enteramos de un sinfín de nuevas irregularidades, en donde salen más y más brotes de enfermedad que no se conocían o no se habían detectado meses atrás.

DOS.- SOCIALMENTE TRISTE Y DEPRIMIDO:

La situación financiera precaria del estado ha tenido un impacto negativo en la calidad de vida de sus habitantes. 

La falta de inversiones en áreas críticas y fundamentales para el desarrollo de Durango ha llevado a una población cada vez más desesperada y desencantada con sus gobiernos y con la política. 

Además, de la corrupción y la falta de transparencia que han erosionado la confianza de la población en sus líderes y en el sistema político en general, han hecho que la gente este desesperada e irritada porque la economía no mejora, porque se ha generalizado la preocupación y la desesperanza en cada uno de los hogares duranguenses, ya que cada vez son más sectores que evidencian depresión y no se avizora todavía la luz al final del túnel. Cual se asemejara a los túneles oscuros e inseguros de la supercarretera Durango-Mazatlán. 

TRES.- POLÍTICAMENTE ROTO, DIVIDIDO Y CONFRONTADO:

La mala administración, la corrupción y la improvisación han llevado a una polarización política cada vez más profunda en Durango. 

La población está dividida, desencantada e incrédula de la política, lo que ha resultado en una falta de confianza en los líderes políticos de nuestra entidad y en el sistema político en general. 

Además, de la falta de transparencia en el quehacer y administrar los recursos de la entidad, adolecemos de un buen sistema en la procuración y la aplicación de la justicia por lo que hace muy notorio y evidente que hoy se la enseñoreado la impunidad en nuestra entidad y que hoy lo mismo asaltan a transeúntes, casas habitación, negocios y a ciudadanos que transitan conduciendo sus vehículos por las calles de las ciudades y por las carreteras del estado. Ante todo lo anterior hemos dejado de lado el entender que sin aplicación correcta de la justicia los demás males vienen por añadidura.  Por lo que la que la corrupción y la impunidad han sido aceptadas como parte del sistema de vida. Todo lo anterior se agudizo gracias al estilo desparpajado e indiferente de gobernar de Aispuro Torres y sus secuaces, la pulverización social y política fue la consecuencia de todo, a grado que hoy la cohesión social es débil y en muchos segmentos inexistente. Y es así como convino a los intereses de ese grupúsculo porque aplicaron la frase ¡divide y vencerás! Formula que le redituó al ex gobernador ya que no le importó unificar o trabajar por un Durango más fuerte y con desarrollo económico. 

Los del gobierno panista “Dgo. Para Todos” hicieron una sola apuesta y fue robar sin medida.

CUATRO.- RALENTIZADO EN SU DESARROLLO. CASI EN SHOCK:

El estado de Durango entró en una especie de fenómeno de ralentización debido a un pésimo gobierno liderado por José R. Aispuro Torres durante su sexenio entre 2016 y 2022. Durante este período, la administración del estado se caracterizó por la falta de responsabilidad administrativa y el mal manejo de los recursos públicos, lo que tuvo graves consecuencias para la economía y la calidad de vida de los habitantes de Durango porque de nada sirvieron sus viajes al extranjero en busca de generar inversiones.

Todo esto ha resultado en una especie de fenómeno de ralentización, en el que el estado ha estado estancado y ha perdido su capacidad para desarrollarse y mejorar la vida de sus habitantes. 

El término “ralentización” se ha popularizado en el lenguaje común para describir la lentitud o disminución del rendimiento de los equipos tecnológicos, como los teléfonos móviles. 

Sin embargo, también puede aplicarse a otros ámbitos, como la economía y la política, para describir una disminución en el ritmo de crecimiento y desarrollo.

En el caso de Durango, la ralentización se refiere a la disminución en el ritmo de crecimiento y desarrollo del estado, debido a una mala administración durante el sexenio del ex gobernador Aispuro Torres. 

SE AGOTÓ EL BONO DE CONFIANZA.-

La falta de inversiones en áreas críticas, la corrupción y la falta de transparencia han llevado a una economía debilitada y a una población cada vez más pobre y desencantada con las administraciones tanto estatal como municipal. Las cuales ya llevan más de siete meses en el poder y ya su bono de confianza por parte de los duranguenses se les agoto, por lo que deberán dar un golpe sobre la mesa aplicando contundentemente sin simulaciones la ley a todos los que saquearon a Durango y junto con ello dar un cambio de rumbo en el timón, buscando ser creativos, innovadores, cumpliendo compromisos y promesas, así como administrar escrupulosamente los recursos públicos. Buscando con ello trascender para bien en la historia de Durango. Pero para conseguirlo tienen que despojarse de sus fobias, rencores, soberbias, altanerías y venganzas, que al final del camino a nada les conducirán y si les generaran un sinfín de tempestades..   

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