Durante su discurso en el Congreso Nacional Republicano en Milwaukee, Trump aceptó la nominación presidencial con un sombrío tono y una oreja vendada, tras un reciente atentado sufrido en Pensilvania. En su alocución, reiteró su postura antimigratoria y mencionó que el crimen en países como Venezuela y El Salvador está disminuyendo, no por sus gobernantes, sino porque “están enviando a sus asesinos a Estados Unidos”.

Trump describió la situación migratoria como una “invasión” y afirmó que muchos inmigrantes vienen de cárceles y de instituciones mentales, a pesar de la falta de evidencia que respalde estas afirmaciones. Prometió finalizar la construcción del muro fronterizo con México y aseguró que pondrá fin a la crisis migratoria de manera rápida y efectiva. Su discurso, aunque con propuestas radicales, también mostró un tono inusualmente conciliador, llamando a la unidad y la mesura política.

En su primer discurso tras el intento de asesinato, Trump sorprendió con un mensaje de confianza y esperanza, afirmando que se postula para ser el presidente de todos los estadounidenses, no solo de una parte del país. Sin mencionar frecuentemente al actual presidente Joe Biden, el expresidente evitó las habituales críticas directas hacia su rival político, manteniendo un enfoque más moderado en sus declaraciones.

Con información de AFP

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