- ¿Quién o quiénes protegen a José Rosas Aispuro?
- Las propiedades de Doña Elvira.
- Las corcholatas chamuscadas de López Obrador.
Hoy iniciamos la columna política Tarde de perros, en alusión a aquél memorable filme de 1975 dirigido por Sidney Lumet, escrito por Frank Pierson y protagonizado por el enorme actor Al Pacino.
En contraste con aquella legendaria película, los ciudadanos mexicanos seguimos siendo rehenes de nuestros políticos corruptos, quienes muy pocas veces reciben castigos ejemplares por los crimenes que cometen.
Uno de esos ejemplos sucede en estos momentos en Durango, en donde el exgobernador José Rosas Aispuro, con todas las evidencias y pruebas de haber saqueado despiadadamente el erario de esta entidad, está gozando de una impunidad simplemente insultante.
El pasado 12 de noviembre el conocido portal digital nacional sinembargo.mx dio a conocer las irregularidades “detectadas” al gobierno del estado de Durango por la Auditoría Superior de la Federación, un ente público que ya se caracteriza por sus actuaciones cada vez menos convincentes.
En sus “informes” respecto al estado de Durango, la Auditoría Superior de la Federación manifiesta haber “detectado” irregularidades durante el sexenio aispurista (2016-2022) que ascienden a la cifra de mil 600 millones de pesos, cantidad sin duda alguna muy aventurada pues tan solo el desvío de la totalidad de las participaciones federales de los 39 municipios de esta entidad, durante el trienio 2019-2022, asciende a más de mil 500 millones de pesos. También, la Auditoría Superior de la Federación en su “informe” argumenta que en 2019 y 2021 el gobierno del mandatario panista José Rosas Aispuro “no constató” las transferencias de recursos federales a la UJED por el orden de 120 millones de pesos, pero omite mencionar otros 180 millones que Aispuro Torres y sus ladrones no entregaron a la UJED por concepto de subsidios ordinarios provenientes de las arcas federales.
Se sabe que Emilio Barriga, Auditor Especial del Gasto Federalizado de la Auditoría Superior de la Federación, es quien le hizo el “favor” al exmandatario panista saqueador de pasar por alto muchas observaciones y maquillar cifras millonarias de las cuentas del gobierno estatal duranguense, por lo que no estaría de más que alguna instancia federal realizara una investigación exhaustiva sobre las actuaciones de este personaje.
Y en este mismo concierto de corruptelas cometidas por “El Hombrecito de Tamazula”, José Rosas Aispuro, el prestigiado semanario duranguense El Contralor esta semana publicó un interesante reportaje en el que da cuenta del cúmulo de propiedades que adquirió la familia Aispuro-Barrantes durante el sexenio pasado, inmuebles que en su totalidad alcanzan la cifra de 132 millones de pesos. Los ciudadanos no tenemos de qué preocuparnos pues a estas alturas es de imaginarse que el eficaz titular de la Unidad de Inteligencia Financiera del gobierno lopezobradorista, Pablo Gómez Álvarez, ya debió haber investigado a la familia Aispuro-Barrantes, por lo que solo es cuestión de horas para que presente la denuncia ante la Fiscalía General de la República. ¿O no?
Así, señalado como ladrón y con dos denuncias en su contra en la Fiscalía Anticorrupción de Durango y en la Fiscalía General de la República: una por el desvío de 304 millones de pesos en agravio de la UJED y otra por amenazar al periodista Iván Soto, el bribonazo Aispuro Torres fue designado por su partido, el PAN, como consejero político en Santiago Papasquiaro, perfilándose como posible aspirante a una senaduría. Esta es la doble moral con la que actúan los panistas, quienes por un lado se desgarran las vestiduras en las tribunas del Senado de la República y de la Cámara de Diputados exhibiendo las corruptelas del presidente López Obrador y por el otro guardan silencio infame ante las atrocidades que cometen sus compañeros de partido, como en este caso sucede con “El Hombrecito de Tamazula”, José Rosas Aispuro.
Llama la atención que este asaltante del erario hasta el momento no ha sido denunciado ni por la Auditoría Superior de la Federación, ni por el gobierno federal de López Obrador, ni por la Fiscalía General de la República, y tampoco por el gobierno del priista corrupto Esteban Villegas Villarreal, a pesar de las evidencias y pruebas contundentes en su contra por los saqueos brutales que perpetró como gobernador de Durango.
¿Quién o quiénes protegen a este transgresor de la ley?
Se comenta en los pasillos de la política duranguense que el secretario de Relaciones Exteriores del gobierno lopezobradorista, Marcelo Ebrard, podría estar abogando a favor de este bribón que dejó en bancarrota total al gobierno estatal de Durango.
Y hablando de Marcelo Ebrard, al paso que van las corcholatas chamuscadas de López Obrador llegarán al 2024 totalmente incineradas. Marcelo, por las revelaciones del polémico libro “El Rey del Cash”, de la periodista Elena Chávez, que lo revelan como el principal financiador, con dinero ilegal, de las campañas políticas del más que opaco presidente López Obrador; Adán Augusto López, secretario de Gobernación, mejor conocido como “El Rey del Huachicol”, por aparecer en los informes de la SEDENA, hackeados por el grupo Guacamaya Leaks, que lo relacionan con el crimen organizado cuando fue gobernador de Tabasco; y Claudia Sheinbaum, la gobernadora de la Ciudad de México a quien se le cayó la Línea 12 del Metro por no darle mantenimiento y no revisar de manera profesional sus instalaciones, provocando la muerte de 26 personas.
Las tres corcholatas de López Obrador andan en campaña, buscando la candidatura de su partido Morena a la presidencia de la República en 2024. Lo malo es que no lo están haciendo con dinero de sus bolsillos, sino con el dinero de los contribuyentes.
Al fin de cuentas, los que pagamos las raterías de nuestros políticos somos nosotros los ciudadanos, que seguimos siendo rehenes de estos delincuentes profesionales a los que en cada proceso electoral con nuestros votos les damos una patente de corso para que nos metan las manos en los bolsillos sin ningún miramiento.
Por el momento esto es todo, apreciado lector, nos vemos la próxima semana en nuestra Tarde de perros.