Habitantes de la sierra de Chilpancingo, capital de Guerrero, se enfrentaron a efectivos del Ejército Mexicano e impidieron su paso a la comunidad de Coacoyulillo porque horas antes pidieron auxilio, sin respuesta, ante la irrupción de un grupo armado que quemó carros, casas y golpeó a habitantes.
Los pobladores de esa comunidad, ubicada a unos 95 kilómetros de la ciudad capital, relataron que un grupo armado ingresó y disparó contra viviendas.
Como parte del ataque incendiaron cinco vehículos e intentaron quemar cuatro viviendas, que resultaron con daños parciales.
También golpearon a por lo menos seis hombres, uno de ellos de 80 años, mataron una vaca y derribaron un árbol en la carretera para impedir la circulación.
Según dijeron, durante el ataque acudieron a pedir ayuda a una base de operaciones militar ubicada en la comunidad de Ocotito, en donde se negaron a subir a esa zona serrana.
Intentó ingresar a la zona un convoy del Ejército sin embargo los pobladores les impidieron el paso con palos y machetes, visiblemente molestos por la inacción denunciada.
Los denunciantes aseguraron que durante su retirada el grupo armado se enfrento con otro grupo, en el camino que conecta esa comunidad con Jaleaca de Catalán en donde quedaron las camionetas baleadas, además de la versión no confirmada de al menos seis muertos.
Al respecto la Fiscalía General del Estado (FGE) informó que de oficio abrió una carpeta de investigación por el delito de homicidio calificado, sin precisar un número.
“Personal de la Policía Investigadora Ministerial y peritos de esta institución, se trasladan al lugar para realizar las primeras investigaciones de campo y el procesamiento del lugar de los hechos, que permitan establecer fehacientemente el número de víctimas”, indicó.
Informó que instalará un Ministerio Público en el sitio para recabar las denuncias correspondientes y continuar las investigaciones complementarias.
Esta nueva incursión se da en un contexto de violencia criminal que se ha desatado distintas regiones de Guerrero, principalmente en comunidades de la sierra, por la disputa del control.
Esta semana en Taxco de Alarcón, municipio de la zona Norte, se paralizó el transporte público, escuelas y algunos comercios por amenazas del crimen organizado, como ha ocurrido en Acapulco y Chilpancingo.
Los hechos revelan una crisis de violencia en Guerrero, donde apenas el 6 de enero un tiroteo dejó 13 muertos en un palenque, donde ocurren las peleas de gallos, en el municipio de Petatlán.
Ese mismo día, la Fiscalía estatal inició una investigación por la aparición de cinco cuerpos calcinados tras un presunto enfrentamiento en el municipio de Heliodoro Castillo, en lo que calificó como una confrontación de grupos criminales.
La violencia por disputas del crimen organizado se ha agudizado desde el año pasado en Guerrero, que ocupa el séptimo lugar nacional en número de homicidios, con mil 688 asesinatos en 2023, según reveló este martes la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
Con información de EFE