El trabajo infantil es una de las condiciones que debe resolver el Estado para
cumplir con el derecho de todos a una educación de calidad, por ello, es
necesario que las políticas se orienten a prevenirlo y se atienda al mismo
tiempo, las causas y no solamente los efectos, consideró la diputada Sughey
Torres Rodríguez.
La Encuesta Nacional de Trabajo Infantil estima, que en este 2022 en México
hay más de tres millones de infantes de entre cinco y 17 años que realizan
algún trabajo no permitido y de seguir así estas cifras podrían aumentar dos
millones más.
En el estado de Durango las cifras más recientes que se tienen registradas de
niñas y niños en condiciones de trabajo infantil son de 41 mil en el 2020.
La explotación laboral de niñas, niños y adolescentes es un tema
preocupante, ya que violenta sus derechos humanos e impacta en su
desarrollo y los efectos son a largo plazo como la acentuación de la pobreza
a nivel personal, familiar y social.
Por esa razón, es tan importante no quitar el dedo del renglón con el
regreso del programa de escuelas de tiempo completo, pues tan sólo con su
cancelación, un porcentaje amplio de niñas y niños, principalmente de la
zona rural e indígena, se vieron en la situación de desertar su formación
educativa y fueron enviados a trabajar.
No podemos cegarnos a la realidad, basta con caminar en centros
comerciales, plazas y calles para ver a decenas de niños y niñas trabajando,
cuando deberían estar en otro tipo de condiciones.
Cuidemos el presente de la niñez en Durango y México, ya que día con día se
forman nuevos seres humanos, que el día de mañana educarán a las nuevas
generaciones de la sociedad.
En México 1 de cada 6 menores de 14 años trabaja, es decir 2 millones 536
mil 693, cifra que equivale al 8.6 por ciento de niñas y niños en el país.
Esta situación no sólo los priva de la posibilidad de asistir a clases, sino que
también limita sus oportunidades, pues dicha población muchas veces
enfrenta discriminación múltiple.
Estas condiciones los despojan de su derecho a la educación, la salud, el
juego y su pleno desarrollo. Algunos de ellos están expuestos a las peores
formas de trabajo infantil, como el trabajo de servidumbre, la explotación
sexual comercial, y actividades ilícitas, por mencionar algunas.