PRESIDENCIA

Ganar una elección requiere de organización, estrategia, unidad, planeación y mucha disposición de cada una de las piezas que conforman el rompecabezas. Pero gobernar requiere del doble de estos ingredientes para cubrir las expectativas creadas durante la campaña.

El día de hoy toma protesta quien llevará las riendas del Ayuntamiento de la capital de Durango, José Antonio Ochoa, quien se coronó, el pasado 5 de junio, como alcalde del Ayuntamiento. Acuerdo planteado, hace casi cuatro años, cuando Jorge Salum fue postulado como candidato, y Toño se hiciera a un lado para dar paso al hoy expresidente municipal.

Importantes son los desafíos que José Antonio tendrá al frente de la comuna.

En todo cambio, los ciudadanos esperan cosas distintas. Que sus expectativas no sólo se cumplan, sino se superen y que todo vaya mucho mejor. Hoy, no es la excepción, aún y que Jorge Salum deja una administración aceptable y manejable; con tareas pendientes y muchas cosas por hacer, dicho y reconocido por el propio Jorge.

Sin duda, el embellecer la ciudad; mostrarla más limpia y presentable; arreglando parques, jardines, camellones, entradas y salidas, es algo urgente, y ello tiene que ver con el área de servicios públicos; impactando fuertemente en el turismo, otro tema por demás esencial.

Por tanto, la persona que vaya a estar al frente de esta área no sólo debe ser un experto en el tema, sino contar con la comprensión de que tendrá a su cargo una de las áreas más sensibles y más sentidas para la población. Uno de los espacios que integran la esencia de un gobierno municipal.

Por décadas las calles de Durango han sido un tema que permanece en la opinión pública y en la voz de los ciudadanos. Tiene que ver con mantener calles y avenidas en buen estado, pues los baches siempre han sido una de las tareas exhaustas e inagotables del Ayuntamiento.

Jorge Salum del Palacio adquiere un equipo importante de maquinaria que, indudablemente, hace la tarea más sencilla y requiere menor inversión.

Dejar finanzas sanas; reorganizando la administración del gobierno; -arreglando el desaseo que dejó su antecesor-, es uno de los aciertos que hereda Jorge, y que, por supuesto, Ochoa debe hacer todo lo posible por superar en su gobierno.

Un equipo funcional, eficiente y profesional que, en sus cinco sentidos, estén dispuestos a servir, como debe ser, al ciudadano, más allá de intereses particulares; con una clara visión de lo que significa el servicio público; y que, además de tener las aptitudes para cada una de las áreas que conforman su gobierno, tengan la actitud, humildad y disposición, es otro de los grandes retos que tendrá José Antonio Ochoa, a quien le deseamos el mejor de los éxitos en esta, nada sencilla, tarea de gobernar.

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