Durango requiere de mejorar la administración pública y al cumplirse los cien días del gobierno estatal los primeros cambios de funcionarios pueden darse después de la evaluación y análisis que se lleva a cabo, es tiempo de que el pasado quede atrás, no más trácalas ni negocios en lo oscurito para beneficio personal.
La situación provocada por una clase política que ha vivido del erario público en las últimas décadas mina los resultados económicos, debilita las instituciones democráticas y el Estado de derecho, perturba el orden social y destruye la confianza pública, y es que la sociedad duranguense ya no confía de manera plena en sus autoridades debido al desfase del discurso y la actuación de la anterior administración, que provocaron la crisis financiera y el desorden en los sectores educativo, salud y obra pública.
En la época de Enrique Dupré Ceniceros, se dio la desaparición de poderes, y desde entonces no se había suscitado una situación grave que pusiera en riesgo la convivencia social y la gobernanza, por lo que se hace necesaria más que nunca la conjunción de esfuerzos.
Es momento de hacer un reencuentro con acciones que beneficien a los que más lo necesitan, que se desarrollen proyectos con el apoyo federal para impulsar la infraestructura productiva, no sólo en la capital, sino en todas las regiones de la entidad, por lo que la eficiencia y la eficacia de la administración pública se han convertido en una prioridad para el gobierno.
Es tiempo de que se deje de lado el divorcio entre sociedad y gobierno con el compromiso de avanzar con la participación de todos los sectores, pero principalmente el político, donde los partidos deben sacar a los personajes enquistados que sólo provocan daños, como en el caso de la Alianza, donde mientras en el PAN, algunos buscan la protección de sus acciones en el anterior gobierno, en el PRI continuará la dirigencia nacional y eso repercutirá a nivel local, mientras que en el PRD deberá retomar las acciones para sumar militantes.
Por eso hay que sumar, ya una diputada federal panista, que se ostenta como la principal asesora del alcalde capitalino ha destacado el acercamiento del Gobernador con el Presidente de la República, para fortalecer proyectos que denoten el desarrollo de la entidad, con gestión de recursos y la aplicación de programas, con lo que atiende una sugerencia política por el bien de Durango, y al mismo tiempo, reducir los ataques hacia el gobierno federal.
También, hay que hacer a un lado el futurismo político, no es tiempo aún de pensar en puestos y posiciones para beneficio personal, el interés superior de Durango debe ser el objetivo principal no sólo en este momento, sino que debe ser el eje que motive las acciones de gobierno a mediano y largo plazo.