De la Fuente tenía mucho que explicar, desde sus aplausos al expresidente durante la Asamblea hasta su demora en rectificar. Este viernes tenía la oportunidad de expresarse. “Ante la repercusión de mis aplausos en la asamblea quiero explicar la situación allí vivida. He recibido duras críticas, que son totalmente merecidas. Pido perdón por ellas. Son hechos injustificables. Acudí a la Asamblea convencido de que era el acto protocolario de despedida de un presidente y se transformó en todo lo contrario. Estos gestos no representan mis valores ni la forma de actuar en la vida. Siempre he estado del lado de la igualdad y del respeto. En mis 26 años de entrenador siempre he tenido un comportamiento intachable. Ni Jenni ni el resto de sus compañeras son responsables de lo que tras la final del Mundial aconteció. Me gustaría pasar página y volver a hablar de fútbol”, dijo el seleccionador.
Rechaza dimitir
Una vez presentadas sus disculpas, De la Fuente aseguró que, pese al error, todo lo que había sucedido no era motivo para que dejase el cargo. “No tengo que dimitir, tengo que pedir perdón. Cometí un error, un error humano, inexcusable. Si pudiera volver a atrás, no volvería a cometer ese acto. Estoy del lado de la igualdad y del respeto. Todos tenemos que mejorar en materia de igualdad y yo el primero. Es injustificable lo que hice”, apuntó, antes de explicar los motivos que le llevaron a aplaudir. “Lo que trato de exponer es el contexto. Yo lo viví desbordado, no supe estar a la altura y no pude controlar las emociones. Aplaudí por ese contexto en el que estábamos. Nunca había vivido una situación de ese estrés emocional. Cuando después reflexionas y te ves en las cámaras… No me reconozco. Dentro del bosque uno no ve más que ramas y al separarse del bosque se ve la verdadera situación. A la Asamblea acudimos casi todos los trabajadores de la RFEF pensando que íbamos a ver el cese de un presidente y nos encontramos con otra cosa totalmente diferente. No era fácil de digerir, fue una situación que me superó”, argumentó.