El pasado martes 26 de septiembre presuntos miembros del crimen organizado dejaron los cuerpos de siete personas y cinco bultos con restos humanos en calles de la zona metropolitana de Monterrey, la segunda ciudad más poblada de México y la más grande del norte del país.
Ante los sucesos, el gobierno de Nuevo León organizó una reunión urgente de seguridad, tras la que el secretario de Seguridad estatal, Gerardo Palacios Pámanes, adjudicó los sucesos a una “purga” al interior de un grupo criminal.
“Lo que nosotros compartíamos y visualizábamos era una purga al interior de un grupo del crimen organizado que tiene su principal residencia en Tamaulipas (estado vecino)”, indicó Palacios Pámanes.
En una entrevista con medios, el vicefiscal del Ministerio Público, Luis Enrique Orozco, reconoció que estos hechos tan sangrientos no se veían en Nuevo León desde hace tiempo, cuando el gobierno federal declaró la llamada “Guerra contra el Narco”.
“En la época más cruenta de hace 10 o 12 años hubo actos similares, en este volumen yo no recuerdo en el pasado reciente”, comentó.
En aquella época, los Zetas y el Cártel del Golfo (CDG) tenían en jaque a las autoridades del noreste del país. En su intento por hacerse del control de la ciudad de Monterrey, la tercera más importante de México, ambas organizaciones superaron la capacidad de las autoridades de Nuevo León.
(Photo by Alex Dalton/ Eyepix Group)
Tan solo en 2011 se contabilizaron cerca de 100 agentes caídos entre los más de 2 mil homicidios registrados en Nuevo Léon, colocándolo como uno de los años más letales para las fuerzas del orden.
Monterrey es codiciada por los distintos grupos del narco por su cercanía con ciudades fronterizas como Nuevo Laredo y Reynosa, consideradas como puntos de tránsito vitales para migrantes y drogas con rumbo a los Estados Unidos.
Además, al igual que Ciudad de México o Guadalajara, la Sultana del Norte es considerada como un punto “de alto consumo de drogas al menudeo”, detalló el analista especializado en temas de seguridad, David Saucedo, al medio Univisión.
“No son zonas productoras, pero son zonas de alto consumo. De ahí que se estuvieran disputando el territorio cinco grupos hace algunos años. Al final llegaron a una especia de paz narca”, detalló Saucedo.
Otro de los factores que explican la creciente actividad del Cártel del Noreste, apuntó, es que Monterrey pertenece al denominado Corredor del Golfo. Méxio tiene cuatro rutas de tráfico de drogas: la del Pacífico, la del Centro, la del Golfo y la del Caribe.
Además, un tercer factor, según el especialista, sería la cooptación de autoridades de seguridad pública.
“Tener a las policías de Monterrey, de San Pedro, de Guadalupe, de Apodaca, de Escobedo, de Santa Catarina, es importante. La disputa por el control de las corporaciones de seguridad pública es importante”.
Desde sus inicios el Cártel del Noreste ha controlado Nuevo Laredo y una parte del norte de Nuevo León, pero en los últimos años han intentado expandirse hacia Monterrey.
En el camino se ha enfrentado a otras organizaciones criminales como el Cártel del Golfo, el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
En los últimos meses, el nivel de violencia de los grupos de la delincuencia organizada se ha recrudecido en Nuevo León, que ocupa el décimo lugar en homicidios absolutos en el país, al registrar 842 en los primeros ocho meses de 2023, cuando México en general reportó más de 20 mil.
Con información de INFOBAE