Ridi, Pagliaccio. — Como decían los anales náhuatls, arde el corazón como sumergido en chile de ver a uno de los mejores políticos de mi generación dando marometas deslenguadas y actuando cual colegial ante las cámaras del Tik Tok y en pasarelas sin pódium; sin prominencia, dando vueltas en busca de lugar o huyendo sin saber a dónde. Qué daño han hecho los publicistas reduciendo a los políticos a actorcillos de lástima; pero nada comparado con el que hacen los políticos sometidos al espectáculo y al ridículo. No sé porqué me asalta el inconsciente:
Tu se’ Pagliaccio!
Vesti la giubba
E la faccia infarina
La gente paga e rider vuole qua
E se Arlecchin
T’invola Colombina
Ridi, Pagliaccio, e ognun applaudirà!
¿Recuperara alguna vez la política su dignidad?