Haines destacó que aunque ha mejorado la cooperación entre los gobiernos de EE. UU. y México en el combate al tráfico de drogas y otras actividades ilícitas, aún persisten desafíos considerables.
La comparecencia también abordó la grave amenaza que representan los grupos criminales mexicanos en el suministro de opioides sintéticos, como el fentanilo, a los Estados Unidos. El informe anual de amenazas mundiales de la seguridad nacional de EE. UU. señaló que los carteles con sede en México son los principales productores y proveedores de drogas ilícitas en el país, contribuyendo a una crisis de sobredosis que se cobra decenas de miles de vidas cada año. Además, se reveló que, aunque China sigue siendo una fuente principal de precursores ilícitos para el fentanilo, los cárteles mexicanos también obtienen estos productos, en menor medida, de otras naciones como India.
La preocupación por la creciente influencia del crimen organizado en México se suma a una lista de desafíos globales discutidos en la comparecencia, que incluyó temas como la situación en Ucrania, la guerra en Oriente Medio, la competencia con China, la seguridad en la frontera sur de EE. UU. y la lucha contra la desinformación y la inteligencia artificial. La comunidad de inteligencia enfatizó la necesidad de continuar trabajando en estrecha colaboración para abordar estas amenazas y proteger la seguridad nacional y mundial.