Desde la llegada de Vicente Fox a la presidencia de la República, con honrosas excepciones, los panistas se volvieron pragmáticos, cuando probaron las mieles del poder.
La doctrina, la ideología, la filosofía y los principios de su fundador Manuel Gómez Morín, están en las fotos y el baúl de los recuerdos. Los panistas y neopanistas de hoy, prefieren ser cola de león que cabeza de ratón. A raíz del tsunami del 2018 por fin, las palomitas blancas vestidas de azul, sacaron al priista que siempre llevaron dentro. Por esa razón, caminan de la mano del PIR para sobrevivir y como se dice, el fin justifica los medios.
Aquí en Durango, el Partido Acción Nacional, ha tenido tres presidentes municipales: Rodolfo Elizondo Torres, Jorge Salum del Palacio y el actual Toño Ochoa Rodríguez, pero nunca han podido tener gobernadora o gobernador. En el Congreso local no les ha ido tan mal. Y ya que hablamos de mujeres y de traiciones, la actual diputada local Verónica Pérez, pasará a la historia por dos razones: votar en contra de los derechos humanos de la comunidad LGBTQ+, en contra del matrimonio igualitario, pero “haigase visto,” está a punto de representar en la cámara de diputados a esa comunidad ¡ironías del destino! Esto sería como si Hernán Cortés representará en el congreso a la zona indígena del Mezquital o Bartolomé de las Casas a la Santa Inquisición.
Con esa conducta, Verónica Pérez va más allá de los limites pragmáticos en política, raya en el cinismo y la perversidad, lo que pretende no solo afecta a la comunidad LBGBTQ+, también agravia a toda la sociedad duranguense. La diputada panista no tiene argumentos y mucho menos calidad moral, para representar a dicha comunidad duranguense, y menos a todas y a todos los duranguenses en la cámara de diputados.
Su paso por el Congreso local, resultó ser opaca y gris, ella fue una de las diputadas que declararon que como personas estaban a favor del matrimonio igualitario, pero como diputada votaría en contra y así sucedió.
¿Sabe usted, cuál es el origen de este cinismo político? Podemos al menos mencionar dos cosas: la acción afirmativa y Marko Cortés. Como los legisladores hacen las leyes, las diputadas, diputados, senadoras y senadores representan a sus partidos y no al pueblo, votan las leyes de acuerdo a sus intereses. Tal es el caso de la ley electoral y sus reformas. En esta ley, está lo que se conoce como: “acción afirmativa”, ello significa que todos los partidos se reservan a espacios para acomodar a sus amigas y amigos. En el caso de Verónica Pérez que va como diputada pluri por la llamada primera circunscripción, su amigo Marko Cortés dirigente del PAN, fue quién la puso en esa posición que la convierte en virtual diputada federal.
El problema es que ponen a Verónica Pérez a representar a la comunidad LGBTQ+, lo cual resulta una ofensa y una burla para este grupo social. O como dicen los voceros de esta comunidad: “salvo que haya salido del closet y se declare bisexual o lesbiana”. Y ya encarrerado el gato, para cerrar la pinza, se dice que es un hecho y de un momento a otro, la hermana de Verónica Pérez será nombrada para dirigir el IDAP en Durango. ¡Qué bonita familia! ¿Nosotros como sociedad qué hacemos para no seguir votando por este tipo de personas y partidos?