La vigilncia se hará a través de una red de radares, drones, militares patrullando terrenos en la región de París e incluso vigías tradicionales.
Entre las hipotéticas amenazas figuran, desde un avión comercial secuestrado hasta un dron, pasando por un parapente a motor, añadió Ratau.
El laberinto del transporte
Los transportes también han sido una fuente de problemas, sobre todo para los parisinos o los habitantes del extrarradio que trabajan en la capital.
La zona por donde transcurrirá la ceremonia, en pleno centro histórico de París, está cerrada con 44.000 vallas y para pasar hace falta tener el QR específico.
También se han cerrado temporalmente varia estaciones de metro del centro, donde hay muchas calles y plazas cerradas al tránsito.
Y donde el tráfico está permitido, se han establecido carriles especiales ‘olímpicos’ -marcados con líneas azules- para el paso de deportistas y VIPS, lo que condena al resto del tránsito a atascos aún más importantes de lo habitual.
Incluso el Periférico de París, la autopista que rodea la ciudad como un anillo, tendrá muchas restricciones este viernes e incluso podría ser cerrado totalmente, según advirtió este jueves el ministro de Transportes, Patrice Vergriete.
Con información de EFE