La madrugada de este viernes 2 de agosto estuvo llena de adrenalina y pasión deportiva, cuando los clavadistas mexicanos Osmar Olvera y Juan Celaya hicieron historia al conquistar la medalla de plata en la prueba de trampolín sincronizado de 3 metros durante los Juegos Olímpicos de París 2024.
Este triunfo no solo representa un hito personal para los atletas, sino que también se inscribe en el legado del deporte mexicano, ya que es la primera medalla en esta categoría y la número 16 en la historia de los clavados olímpicos para México.
Con esta presea, ya son tres las obtenidas por la delegación mexicana en la justa deportiva de París 2024: la primera cayó en tiro con arco femenil, gracias al trío conformado por Alejandra Valencia, Ana Paula Vázquez y Ángela Ruiz; la segunda medalla, una de plata, la obtuvo Prisca Awiti, en judo categoría -63 kilos; y la última, otra de plata, por la dupla de clavadistas.
La competencia tuvo lugar en el Centro Acuático Olímpico de Saint-Denis, donde el ambiente vibrante y el apoyo de los aficionados mexicanos hicieron eco de la importancia de este evento.
Celebrando un triunfo inolvidable: La medalla de plata de Olvera y Celaya, un símbolo de esperanza y esfuerzo. REUTERS/Leah Millis
En una dura batalla por la gloria olímpica, México se enfrentó a potencias como China y Gran Bretaña. La prueba se llevó a cabo en un formato emocionante que incluyó cinco clavados por cada dúo, donde la técnica, la sincronización y la dificultad eran claves para asegurar los puntos necesarios.
Desde el inicio de la competencia, el equipo mexicano mostró un desempeño sólido. A pesar de un comienzo discreto, la actuación de Olvera y Celaya fue mejorando con cada salto. Con una serie de clavados que rozaron la perfección, lograron acaparar la atención del público y posicionarse en la lucha por el oro.
Después del cuarto salto, la dupla mexicana sorprendió al arrebatarle momentáneamente el primer lugar a los favoritos chinos, Daoyi Long y Zongyuan Wang.
Sin embargo, los clavadistas asiáticos recuperaron el control en el quinto clavado y, finalmente, se llevaron la medalla de oro con 446.10 puntos, apenas 2.07 unidades por delante de los mexicanos, quienes finalizaron con un total de 444.03 puntos.
Este resultado es particularmente significativo, ya que marca la octava medalla de plata en la historia de los clavados olímpicos para México, consolidando al país como una potencia en esta disciplina.
La historia sigue escribiéndose: Con miras a futuras competencias, Olvera y Celaya marcan la pauta. REUTERS/Leah Millis
Además, es la primera vez que el país consigue una presea en la prueba de trampolín sincronizado varonil, un logro que refleja la evolución y el crecimiento del deporte en la nación. Los clavadistas británicos, Anthony Harding y Jack Laugher, completaron el podio con la medalla de bronce, acumulando 438.15 puntos.
A pesar de la tensión y la competencia feroz, el último clavado de Olvera y Celaya fue recibido con una ovación estruendosa por parte del público. Los espectadores, muchos de ellos mexicanos, se pusieron de pie para aplaudir la valentía y el esfuerzo de los atletas. Este apoyo incondicional fue un factor clave que motivó a la pareja a dar lo mejor de sí en un momento tan crucial.
Es importante señalar que la delegación mexicana de clavados ha sido históricamente una de las más exitosas en los Juegos Olímpicos. La medalla obtenida por Olvera y Celaya es un recordatorio del potencial del talento mexicano en este deporte, especialmente tras una ausencia de medallas en saltos sincronizados varonil desde Londres 2012, donde Germán Sánchez e Iván García también habían logrado una medalla de plata.
A pesar de que el equipo llegó a París con grandes expectativas, el camino no fue sencillo; las clavadistas Alejandra Orozco y Gabriela Agúndez no lograron medalla en la plataforma de 10 metros, finalizando en quinto lugar, lo que aumentó la presión sobre la dupla varonil para cumplir con las expectativas.
Con este logro, Osmar Olvera y Juan Celaya se han consolidado como figuras destacadas en el deporte mexicano. Olvera, quien ya había brillado al ganar el campeonato mundial de trampolín de 1 metro en Doha, y Celaya, un prometedor talento del deporte, han demostrado que el trabajo en equipo y la perseverancia pueden llevar a grandes resultados. La medalla de plata no solo les otorga reconocimiento internacional, sino que también les abre las puertas para futuras competencias y desafíos en su carrera deportiva.
Así fue el paso a paso del triunfo en fotografías:
México brilla en París: Olvera y Celaya, medallistas de plata en trampolín sincronizado. REUTERS/Leah Millis
Historia en el agua: Primer podio en trampolín sincronizado varonil para México. REUTERS/Leah Millis
Adrenalina olímpica: La madrugada del 2 de agosto se convierte en un momento épico para el deporte mexicano. REUTERS/Leah Millis
Osmar y Juan, los héroes de la mañana: La pareja de clavadistas conquista la plata en París 2024. (AP Photo/Lee Jin-man)
Triunfo dorado a la vista: Olvera y Celaya desafían a los gigantes del deporte en la final. (AP Photo/Lee Jin-man)
Éxito en el agua: La medalla número 16 de clavados olímpicos para México ya es un hecho. REUTERS/Leah Millis
Un salto hacia la gloria: Los clavadistas mexicanos desafían las expectativas y brillan en la competencia. REUTERS/Leah Millis
Fuerza y precisión: La clave del éxito en el trampolín sincronizado. REUTERS/Leah Millis
Emoción en el Centro Acuático Olímpico: El apoyo de la afición mexicana impulsa a los clavadistas. REUTERS/Gonzalo Fuentes
Cazadores de medallas: Olvera y Celaya superan retos en su camino a la gloria. REUTERS/Gonzalo Fuentes
Compitiendo contra potencias: La dura batalla contra China y Gran Bretaña. (AP Photo/Luca Bruno)
Un paso adelante en la historia: La medalla de plata marca un nuevo hito en el deporte mexicano. (AP Photo/Lee Jin-man)
La belleza del sincronismo: Cada clavado cuenta en la competencia olímpica. (AP Photo/Lee Jin-man)
Ovación estruendosa: El último clavado de la dupla provoca un mar de emociones. REUTERS/Leah Millis
La evolución del clavado mexicano: Un recorrido hacia la excelencia olímpica. REUTERS/Gonzalo Fuentes
El poder del trabajo en equipo: Olvera y Celaya demuestran que juntos son más fuertes. REUTERS/Gonzalo Fuentes
Superando expectativas: La medalla de plata en trampolín sincronizado, un sueño cumplido. REUTERS/Leah Millis
Un legado dorado: México suma otra medalla a su historia en clavados olímpicos. REUTERS/Gonzalo Fuentes
Sin miedo al desafío: La valentía de los clavadistas en su búsqueda por el oro. REUTERS/Leah Millis
La gloria compartida: Un logro que trasciende lo personal y enriquece la historia del deporte mexicano. REUTERS/Leah Millis
Consolidación en el podio: México se reafirma como potencia en clavados. REUTERS/Gonzalo Fuentes
Las medallas no vienen solas: La presión y el desafío tras el rendimiento del equipo mexicano. REUTERS/Gonzalo Fuentes
Brillando en la competencia: Olvera y Celaya logran cautivar al público con su actuación. REUTERS/Gonzalo Fuentes
Momento de historia: La primera medalla en trampolín sincronizado varonil se convierte en un orgullo nacional. REUTERS/Stefan Wermuth
Inspiración en cada salto: La trayectoria de Olvera y Celaya se escribe con cada clavado. REUTERS/Gonzalo Fuentes
La lucha por el oro: México queda a solo 2.07 puntos del primer lugar. REUTERS/Gonzalo Fuentes
Pasión en el agua: La jornada olímpica se llena de emoción y energía. REUTERS/Leah Millis
El camino hacia la gloria: De la presión a la medalla, un viaje lleno de sacrificio. REUTERS/Leah Millis
Un sueño compartido: La sinergia de dos talentos mexicanos en el escenario olímpico. REUTERS/Gonzalo Fuentes