El gobierno del presidente Joe Biden sumará los estados mexicanos de Chiapas y Tabasco a las zonas en las que los migrantes pueden solicitar citas en línea para ingresar a Estados Unidos, anunciaron las autoridades estadounidenses, lo que podría aliviar la presión sobre el gobierno mexicano y reducir los riesgos para las personas que intentan llegar a la frontera norte de México para solicitar asilo.
Los migrantes podrán programar citas mediante la aplicación CBP One desde esos dos estados del sur de México, lo cual ampliará la zona desde el norte y centro del país, según informó la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés). La medida satisface una petición de México, un socio cada vez más cercano de Washington en los intentos por controlar flujos migratorios de proporciones extraordinarias.
El cambio evitará que los migrantes tengan que cruzar el país en dirección norte para obtener una de las 1.450 citas disponibles diariamente, dijo la CBP. Agregó que el cambio entrará en vigor pronto, pero no proporcionó una fecha.
“Trabajamos constantemente con nuestros socios en el gobierno mexicano y trabajamos juntos para ajustar las políticas y prácticas en respuesta a las tendencias migratorias y las necesidades en materia de seguridad más recientes”, señaló la CBP en un comunicado.
Una familia colombiana espera una cita de CBP One para llegar a Estados Unidos mientras descansan junto al muro fronterizo durante una ola de calor en Mexicali, México, 14 de junio de 2024 (REUTERS/Victor Medina)
El comunicado confirmó las declaraciones realizadas un día antes por la secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena, quien dijo que el acercamiento en las relaciones bilaterales había reducido drásticamente la migración desde finales del año pasado.
Las autoridades estadounidenses han dicho que el hecho de que México ejerza una mayor vigilancia ha derivado en un agudo descenso en el número de migrantes detenidos en Estados Unidos por cruzar la frontera sin autorización durante el primer semestre de este año. Funcionarios mexicanos han incrementado su presencia en puestos de control en autopistas y vías férreas que conducen a la frontera estadounidense, y han regresado a la mayoría de los migrantes al sur del país latinoamericano.
En junio, Washington suspendió temporalmente la tramitación de asilo para quienes ingresan al país sin autorización, con lo cual la programación de citas por medio de CBP One se convirtió en una de las únicas vías mediante las cuales los migrantes podían ingresar a Estados Unidos para solicitar asilo, lo cual redujo aún más el número de cruces no autorizados de la frontera. Según funcionarios estadounidenses, el número de cruces no autorizados cayó 30% en julio respecto al mes anterior, al nivel más bajo en la presidencia de Biden y el más reducido desde septiembre de 2020.
“Hemos logrado descomprimir de manera muy importante la frontera (norte) y creo que eso ha ayudado… que nuestra relación con Estados Unidos sea muy, muy dinámica y muy positiva”, dijo Bárcena el viernes.
Migrantes que buscan asilo en los Estados Unidos esperan en el edificio de la CBP, en El Paso, Texas (REUTERS/ José Luis González)
Más de 680.000 personas programaron citas por medio de CBP One en ocho cruces terrestres en la frontera entre México y Estados Unidos desde que la aplicación se implementó por primera vez, en enero de 2023, hasta junio. La mayoría de estos migrantes provienen de Venezuela, Cuba y Haití. Recientemente las autoridades estadounidenses limitaron el número de plazas para mexicanos debido al elevado número de solicitantes de dicho país.
Los riesgos de cruzar México, entre ellos el secuestro y el asalto, han llevado a muchos migrantes a volar a ciudades de la frontera norte del país, como Tijuana, para acudir a sus citas con CBP One una vez que llegan al sitio más al sur desde el que pueden efectuar la solicitud, que hasta ahora era Ciudad de México.
Los migrantes suelen ingresar a México por Chiapas o Tabasco desde Guatemala. La Ciudad de México podría ofrecer más oportunidades de empleo y una relativa seguridad, pero el costo de la vida es más elevado, lo cual obliga a algunos migrantes a vivir en campamentos informales en la capital mexicana.
(Con información de AP)