En tanto se pelean con ambientalistas y el INE, al menos 2 millones de menores de edad trabajan para subsistir.

“Por la pandemia, entre 350 mil y medio millón de niños quedaron huérfanos y más de 2.1 millones de personas mayores no tenían trabajo al final de 2021. Esos datos explican porque más niños tuvieron que ingresar a la vida laboral para colaborar en la manutención de la familia”, señaló Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).

Acorde a un análisis del Senado de la República, dos millones de niñas, niños y adolescentes ingresaron a las filas del trabajo infantil, debido a la pérdida de empleos y a que miles de micro, pequeñas y medianas empresas cerraron a causa de la crisis generada por la pandemia.

“En donde vemos que más empleos se han generado de trabajo infantil es en la informalidad, porque no se han recuperado empleos, ya que cerraron 300 mil pequeños comercios por la contingencia sanitaria”, agregó el representante de la Anpec.

Por su parte, Gabriela Ruiz Serrano, investigadora de la Escuela Nacional de Trabajo Social, comenta que cuando los infantes se incorporan a un trabajo por una remuneración económica renuncian a sus derechos fundamentales, “estamos frente a un fenómeno que podríamos reconocer como una explotación laboral infantil”.

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