Durango. Dgo. (EL CONTRALOR)
José R. Aispuro Torres atraviesa desde hoy el umbral de los últimos 31 días para ejercer el poder antes de partir, sin embargo, ya no hay margen a la duda: es su salida la más desastrosa de la que se tenga memoria entre los duranguenses.
El Gobernador está viviendo un auténtico calvario, en el cual ha tenido que comprobar -y sufrir en carne propia- la poca unidad de su equipo de trabajo, y la casi nula lealtad para con él. ya que son días en los que nadie de sus subalternos pone el pecho ante los golpes que surgen. y eso hace que todos le lleguen seco y directo al titular del Ejecutivo.
Área por área, todas las instancias de su gobierno están en serios problemas. algunas con más escándalos que otras, pero en la mayoría de los casos que brotan se va describiendo poco a poco el altísimo grado de corrupción y opacidad con el que gobernó este grupo de políticos y empresarios con hambre vieja.
Información como los adeudos a los ayuntamientos y la presión que ejercen los alcaldes salientes para ir a suplicar en su exigencia para que les regresen lo que es de sus municipios, es decir, las participaciones federales que envió mes a mes el gobierno central y que no les llegó como se debe a los ayuntamientos porque el gobierno estatal prefirió jinetear ese dinero.
Ya de por si es un hecho que debería darle pena al gobernador y a su equipo, el hecho de tener a los presidentes municipales como aboneros afuera de la Secretaría de Finanzas y Administración del Estado, en espera de que antes de irse, el gobierno de Aispuro les regrese algo de lo mucho que les ha quitado impunemente a prácticamente todos los municipios.
Tan solo en el caso de Durango capital. esa deuda acumulada de participaciones federales indebidamente retenidas por Finanzas del estado, asciende ya a más de 520 millones de pesos.
Eso, aunado al hecho de que el Estado había reconocido como suya la deuda del Municipio con la empresa que colocó las luminarias del alumbrado público en la administración de José Ramón Enríquez, luego de que Jorge Salum del Palacio intercambiara los primeros casi 200 millones de pesos jineteados por el gobierno aispurista a su administración, solo que Aispuro “olvidó” dar los abonos necesarios para que el trato quede firme, y eso trajo otras consecuencias para la Presidencia Municipal.
Es decir. podría ser superior a los 700 millones de pesos el adeudo del Estado con él Ayuntamiento de la capital. Pero no es el único. En Gómez Palacio, por ejemplo, el jineteo se mantuvo menos agresivo mientras era alcaldesa Marina Vitela, pero ya con la alcaldesa sustituta Anabel Gutiérrez los recortes han alcanzado ya una suma de más de 180 millones de pesos.
Son Durango y Gómez Palacio las deudas más llamativas por el monto, pero a los 39 municipios se les adeuda algo, ya sea participaciones o fondos, o mezclas de recursos para obra, entre otros rubros
Mientras lo financiero va por un carril bastante sinuoso, lo político simplemente le dice a todo “quítate que ahí te voy”. Y eso se debe a que los principales beneficiarios políticos y financieros del sexenio hoy se hacen los desentendidos y dejan solo a su suerte al que les dio carrera política o les y permitió llenarse los bolsillos de billetes.
El Gobernador Aispuro Torres está solo en ir la recta final, pese a que gracias a él son diputados federales Javier Castrellón Garza y Carlos Maturino Manzanera. Pese a que gracias a él son diputadas locales Joel Corral Alcantar o Londres Botella Castro, o regidora en la capitalina administración municipal entrante, la vocera Verónica Terrones Romero.
Gracias a José Aispuro, muchos han hecho un gran patrimonio. quizá el que nunca habrían alcanzado acumular en años de trabajo y el cual hoy disfrutan solo por unos cuantos años de benevolencia presupuestal.
Pese a ello Aispuro enfrentará los últimos 31 días de gobierno asumiendo el costo directo de cada error de su administración a pesar de que muchos de esos fallos sean responsabilidad de sus funcionarios, ya que ahora todos se quitan o se hacen a un lado ante los conflictos, de manera que todos le estallan en las manos, en el rostro y hasta en las tepalcuanas al actual gobernante.
