Durango, Dgo. (EL CONTRALOR). – En la recta final de la administración, los funcionarios más señalados por posibles actos indebidos y corrupción en el gobierno de José Rosas Aispuro Torres, están optando por el camino fácil para querer salir de sus crisis: culpar a la prensa o a todo mundo antes de reconocer sus propias fallas.
Los casos más evidentes de estos últimos días con un comportamiento de ese tipo, los protagonizan Galdino Torrecillas Herrera, Consejero Jurídico del Gobierno del Estado de Durango, así como Rubén Velasco Murguía, Director de Gasto Educativo de la Secretaría de Educación del Estado de Durango (SEED).
Sin embargo, si analizamos unos cuantos casos más en el comportamiento reactivo de los principales cuadros cercanos al gobernador José Rosas Aispuro Torres, podremos cuestionarnos que, ¿las expresiones recientes de Galdino Torrecillas y Rubén Velasco contra los medios de comunicación duranguenses son un reflejo de la forma de pensar y reaccionar de su propio jefe político, el mandatario o de Verónica Terrones?
El Consejero Jurídico Galdino Torrecillas Herrera se mostró molesto por la exhibida que le puso Juan Manuel Cárdenas, reportero de El Siglo de Durango, quien investigó datos públicos presentados por los portales locales de transparencia, con relación a los excesivos ingresos que supuestamente Galdino Torrecillas reportó por 82 millones de pesos al año durante las últimas dos declaraciones patrimoniales.
La molestia fue del Consejero Jurídico del autollamado Gobierno “Durango para Todos…” y también del gobernador Aispuro cuando el tema llegó a su entorno para opinar al respecto. Les caló ser exhibidos, justa o injustamente, y como siempre ocurre en este sexenio, tomaron represalia contra la publicación del reportero en El Siglo, en vez de admitir que el medio informativo solo hizo la labor de comunicar a su público el resultado de una investigación de datos públicos.
Es decir, no fue una especulación o un invento lo que motivó a Juan Manuel a publicar los exorbitantes ingresos reportados al sistema público de informes patrimoniales, sino solamente retomó y dio forma a la entrega de declaraciones de situación patrimonial e ingresos que cada funcionario ha presentado a los portales y a las instituciones de transparencia, y en ellos basan su investigación periodística el reportero y el medio que lo publica.
La reacción de Torrecillas Herrera fue molesta, descalificando al medio y a su investigación, y tras señalar escuetamente que fue “un error de dedo” por parte de quienes teclean los reportes de ingresos a reportar.
“Ni error de plataforma ni golpeteo político”, es el título de la columna Nada Personal publicada el jueves 25 de agosto de 2022 y firmada por el titular de dicha investigación, el periodista Juan Manuel “Mano” Cárdenas. El texto vale la pena invocarlo literalmente porque aporte el análisis del arrebato de Galdino Torrecillas. Veamos:
“La salida más burda que pudo encontrar el Consejero Jurídico del Gobierno del Estado, tras revelar sus declaraciones patrimoniales de los últimos dos años por más de 82 millones de pesos cada uno, fue echarle la culpa a la plataforma en la que se cargan todas esas obligaciones de los burócratas de todo Durango. Achis, ¿un error digital dos años seguidos?
La frase “es un error de plataforma” sonaba predecible pero no justificada, pues lejos de servir como argumento para desmentir la cifra exhibió la ignorancia de Galdino Torrecillas Herrera sobre la forma en la que funciona el mecanismo digital de la Secretaría de la Contraloría para presentar las declaraciones patrimoniales y de intereses.
En la propia página de Internet de la Contraloría estatal hay videos tutoriales precisamente para seguir paso a paso cada instrucción de carga de datos para que los servidores públicos puedan cumplir con esa responsabilidad; además, se desarrollaron fases de capacitación precisamente para evitar sanciones, como sí las ha habido, para aquellos que no han concretado este procedimiento. Es más, hasta en YouTube hay un montón de tutoriales para las diferentes fases de las declaraciones.
La presentación de este requisito, que está establecido en la Ley General de Responsabilidades Administrativas, a través de la plataforma implica una aparición paulatina de los campos que los propios servidores públicos tienen que ir llenando; incluso da opciones para que, antes de hacerse la carga final de los datos, puedan ser consultados por los usuarios, corroborar y corregir en el momento oportuno.
Una vez generado el documento, se emite un acuse de recibido de la declaración patrimonial presentada por el servidor público, como comprobante precisamente para cualquier aclaración.
En su intento de aclaración al que Galdino Torrecillas Herrera convocó el lunes pasado, cuando El Siglo de Durango publicó las declaraciones patrimoniales y de intereses de los años 2020 y 2021 por 82 millones 394 mil 875 pesos cada uno, dijo tener documentadas sus declaraciones desde el año 2018. Pero lo que exhibió fue una tarjeta con una tabla en la que traía los montos por cada año; y no, señor Consejero de Asuntos Jurídicos, eso no es un documento oficial.
Por el contrario, omitió mostrar los acuses de recibido de sus declaraciones 2020 y 2021. En cambio, sí mostró los recibos de pagos quincenales por el sueldo que percibe, que efectivamente coinciden con los ingresos que están publicados en la Plataforma Nacional de Transparencia.
Nada más que a Galdino Torrecillas le faltó añadir que, aparte de su sueldo, ha tenido ingresos de 14 mil 720 pesos de manera mensual por concepto de bono de desempeño; 122 mil 776 pesos con 50 centavos por concepto de gratificación anual y una prima que ascendió a 62 mil 752 pesos con 43 centavos, también de manera anual.
Efectivamente, sus ingresos oficiales son mucho menores a los 82 millones de pesos que aparecen en sus declaraciones patrimoniales, pero son superiores a los 845 mil pesos anuales que dijo haber declarado según la tablita que le elaboraron el lunes.
Puedo creerle que haya sido un personal, un error humano o error de dedo; todos nos equivocamos. Al final, las denuncias que abrieron contra exfuncionarios de la pasada Administración Estatal se le cayeron por falta de elementos; eso prueba que todos podemos cometer errores.
Pero no, tampoco es un asunto político como pretendió hacerlo ver, pues al final la Consejería General de Asuntos Jurídicos trascendió como un ente totalmente ineficiente en todo el sexenio, así que nadie se interesaría en golpetear un área y a un funcionario intrascendente. Y no, tampoco es nada personal.
PENDEJADAS
El caso de Rubén Velasco se cuece aparte, porque el funcionario educativo ha sido señalado en diferentes medios de comunicación como probable responsable de actos indebidos y corrupción, en medio de la turbulencia que vive en general la Secretaría de Educación del Estado y su actual titular, Rubén Calderón Luján.
Resulta que Rubén Velasco, en medio de ese contexto de acusaciones públicos en su contra, recibió en la recta final de la última semana de agosto a un grupo de trabajadores y maestros de contrato y plazas de reciente creación, quienes están preocupados ante el riesgo de perder dichas plazas o contratos de trabajo de un plumazo.
Este grupo magisterial no sindicalizado tomó las calles de Cuauhtémoc y Aquiles Serdán para ser más visibles en su protesta contra secciones magisteriales y gobiernos, ya que se quejan de un intento unilateral de la administración estatal por afectar su estabilidad laboral sin una aparente justificación legal, sino solo como una respuesta desesperada ante la detección de tantos otros abusos cometidos por la dupla de Rubén Calderón y Rubén Velasco.
Porque las reacciones molestas han sido de ambos. Recordemos que Calderón Luján, en cuánto surgieron los primeros reportajes de sus irregularidades, respondió colérico que era falso y se atenía a las consecuencias. El Secretario dijo que estaba siendo objeto de un linchamiento político y público; que, a su juicio, fue y sigue siendo injusto, a pesar de que cada vez que sale nueva información de sus abusos cometidos con cargo al erario.
Pues el enojo de los Ruben’s llegó a niveles que ya no sabemos en Durango si causarnos risa o causarnos el llanto, pues Velasco Murguía recibió a un grupo de estos maestros inconformes con el temor a perder sus plazas o a dejar de recibir nuevos contratos laborales en la SEED, y la respuesta de Rubén Velasco fue motivo de un nuevo escándalo.
Con evidente despotismo y un fuerte tufo de prepotencia, Rubén Velasco los trató a ellos con la confianza de sentirse en su trinchera y bajo sus reglas. No se puso a pensar que en estos momentos del sexenio los grupos que manifiestan cualquier inconformidad con el sexenio que ya se va lo podrían hacer con el afán también de exhibir a los funcionarios, y eso fue lo que le pasó a Velasco.
Resulta que, en medio de la discusión y las protestas de los trabajadores de la SEED, el Director de Gasto Educativo les quiso bajar dos rayitas a sus posturas y les advirtió: “A ver, no hablen porque salió en la prensa tantas pendejadas (sic)”.
Los trabajadores reaccionaron indignados porque se refiere el funcionario como “pendejadas” que publica la prensa, cuando se trata de denuncias de hechos y realidades que evidencian los malos manejos en el sector educativo estatal.
Sin embargo, Velasco insistió que eran pendejadas desde el momento que no se veía la mano de quienes emitían la información oficial que estaba poniendo en serios problemas de credibilidad a toda la SEED y por supuesto junto a ella a sus principales directivos.
Al final, los trabajadores magisteriales grabaron el audio de la discusión y han estado filtrando algunos cuantos fragmentos en los que se escucha a Rubén Velasco molesto con la situación, y con las publicaciones de la prensa al respecto, pero también en otro fragmento el funcionario hace pública una determinación a todas luces impopular y peligrosa, como es el hecho de querer cancelar plazas y contratos otorgados por SEED en los últimos doce meses, pero eso no es lo más grave.
Lo delicado en la relación entre el sexenio saliente y el entrante, es cómo Rubén Velasco trata de decir que esa decisión no es de ellos, no es del actual sexenio, sino que es una exigencia de la administración que encabezará el gobernador elector, Esteban Villegas Villarreal. Eso, es una afrenta política para un gobierno que aún no inicia.
Los casos más evidentes de estos últimos días con un comportamiento de ese tipo, los protagonizan Galdino Torrecillas Herrera, Consejero Jurídico del Gobierno del Estado de Durango, así como Rubén Velasco Murguía, Director de Gasto Educativo de la Secretaría de Finanzas del Estado de Durango.
La historia apenas comienza. Todo indica que las reacciones a partir del 15 de septiembre podrían sacudir a Durango, sobre todo porque el nivel de desfachatez que se cargan los funcionarios señalados y el propio Gobernador, no está ayudando en nada a una tersa transición del poder. Así que, atentos.

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