Con un nuevo paradigma y con el ánimo de salir adelante, el cambio del panorama político en la entidad deberá hacer realidad el dejar a un lado los negocios al amparo del poder, el tráfico de influencias, el nepotismo y el considerar a las dependencias como agencia de colocaciones para los amigos. Y así, comenzamos nuestra cuenta.
1.- El Gobierno del estado de Durango debe 25 mil millones de pesos, de los cuales tan sólo en este año 2022 se arrastra un déficit de 12 mil 500 millones de pesos, como deuda a corto plazo, monto que se suma a una cifra similar de deuda bancaria a largo plazo, quiebra financiera que mantiene al Gobernador Esteban Villegas en una gestión permanente en la Ciudad de México, en el Gobierno federal para dar respuesta a esta situación y sacar a Durango del Sistema de Alertas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para poder contar con recursos para el desarrollo de la entidad.
2.- Y es que en el gobierno anterior, se tomó en cuenta más a los amigos y a las comisiones entregadas a los funcionarios para participar en proveer bienes y servicios, lo que motivó a que algunas dependencias, se prostituyeran con la complacencia no sólo de servidores públicos, sino también de agentes externos como cámaras, organizaciones y empresas foráneas.
3,- En materia de obra pública, el anterior gobierno dejó 189 obras inconclusas y un adeudo de 600 millones de pesos a contratistas, por lo que la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas ya realiza una revisión exhaustiva obra por obra, para conocer los avances y los pendientes que tienen. Como ejemplo, en el puente vehicular Francisco Villa se detectaron irregularidades como falta de pagos y el no seguimiento a los procesos de la obra.
4.- Apenas a unos días de que fuera aprobado el Congreso del Estado a finales del 2019, el financiamiento hasta por mil 815 millones de pesos para la construcción de obra dentro del Paquete Económico, aunque aún no se había cumplido entonces con el trámite correspondiente para la obtención y radicación de los recursos, los allegados a los dirigentes de las cámaras y colegios del sector, mientras que quienes no formaron parte de los liderazgos en estos organismos se encuentran a la deriva y sin posibilidades de acceder a las obras que pretendían rehabilitar este sector.
5.- Señalamientos de enriquecimiento a consecuencia de negocios desde el poder, las plazas comerciales y la desincorporación de terrenos o la construcción de edificios de oficinas, así como pago de comisiones de factoraje a favor de los entonces funcionarios son señalamientos que son comprobados dentro de las revisiones, a pesar de que fueron estas mismas causas las que ahora son motivo para denuncias en contra de servidores públicos identificados con la administración pasada.
6.- Como lo señalamos en su momento, hubo voces que se comunicaron con algunos empresarios de la construcción que tuvieron alguna obra en el 2019, para pedirles su respectivo “moche”, e invitarlos a los que pudieran ser los que participaran en los concursos de licitación de obra en el 2020, a sumarse en la cooperación, aun cuando ni siquiera se sabía de obras a realizar y en qué municipios, lo que siguió en el 2021 y a principios del 2022. También fueron advertidos, el que se quejara o denunciara esta situación era vetado y hasta “satanizado” con la amenaza de ya no participar en las siguientes licitaciones, lo que contribuyó al “coyotaje” entre los grupos que manejan las obras y los presupuestos del gobierno federal con los del gobierno del estado,
7.- Ahora deberá revisarse y vigilarse el proceso de licitación pública, no sólo para la asignación de obras, sino que sean verdaderamente en beneficio de las empresas del sector, sino que también sea verificado el proceso de construcción para que cumpla con los estándares de calidad que se requiere y que la infraestructura sea la necesaria para incentivar la economía de los duranguenses.
Los duranguenses necesitamos de la infraestructura, sólo cumpliendo con nuestras responsabilidades, podemos avanzar más rápido en el desarrollo que requiere nuestra entidad.
