Andrés Manuel López Obrador ha restado importancia a la información emanada del ataque cibernético al archivo de la Secretaría de Defensa Nacional, mediante el cual se han desvelado graves problemas de salud que padece el mandatario mexicano, entre ellos cardíacos, debido a los cuales tuvo que ser trasladado de urgencia, en helicóptero, a un El ciberataque ha sacado a la luz, según informaciones previas, las medidas internas que se manejaron en octubre de 2019, cuando se produjo el Culiacanazo, un
enfrentamiento entre los miliares y los narcos en Sinaloa que obligó al Ejército a liberar al hijo del Chapo,
Ovidio Guzmán, después de ser apresado, y a retirarse tras horas de balazos y despliegue de artillería
pesada que sumieron a la capital del Estado, Culiacán, en un campo de guerra.

Fue el 2 de enero de este año. El presidente ha reconocido también problemas de riñón y de tiroides que le obligan a tomar cócteles de pastillas a diario. El hackeo del grupo Guacamaya a los correos electrónicos de los militares, informado por el periodista Loret de Mola, se ha producido “aprovechando un cambio del sistema de información del Ejército”, ha dicho López Obrador. “Son profesionales”. El presidente ha señalado que no teme por su vida. “Estoy bien atendido”.

(El País / España)

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