Una característica de la cultura mexicana es la gratitud. Ser ingrato es muy mal visto en nuestra sociedad, porque bien decían nuestros abuelos y bisabuelos: “No es bien nacido el que no es agradecido”, lo que no sólo se dice en las conversaciones en todos los sectores, sino que también en nuestras canciones, aquellas de amor y despecho, una de las peores cosas que se le puede decir de una persona, es que es una ingrata.

Y como mexicano, el duranguense responde a cualquier favor o ayuda que recibe con un sentimiento de agradecimiento profundo, y si no tiene manera de corresponder, con mayor razón: se siente en deuda y hará lo posible por quedar bien, lo que la clase política tiene esto muy claro, por lo que lo aprovecha siempre que puede. Así, hacer favores a quienes no pueden corresponder, les crea un ambiente muy favorable, y al hacerlo de una manera sistemática, se va creando una red de favores por reconocer, que se utilizan como moneda de cambio y se cobran a su tiempo.

En esta vida se cosecha lo que se siembra, y esta sociedad ya está en otra tesitura, los partidos políticos, liderazgos sociales, eclesiásticos ya están rebasados, por lo que el agradecimiento de los políticos se muestra de otra manera, en el pago de los favores con el otorgamiento de posiciones al interior de las administraciones.

Durango tocó fondo, es el momento de resurgir, es el momento de una limpieza general de todos los sectores, dejar a un lado los compadrazgos, amiguismos, y sobre todo, los mercenarios que imponen cuotas, porque es necesario el apoyo federal para retomar el rumbo, dados los acontecimientos que se han presentado en nuestra entidad en los últimos meses.

Es el momento de salir, porque la gente ya no quiere a los mismos servidores públicos, porque los han defraudado, pero aún así, hay quien quiere borrar el pasado reciente sólo con un cambio de oficinas, lo que ahora ya es visto por la sociedad como un insulto.

De esta manera, la administración municipal se ha convertido en el bastión aispurista, es donde se les da oportunidad de continuar en el servicio público a quienes son señalados de participar en el equipo de desfalcó al erario estatal, con una mala administración de recursos y la mala ejecución de los planes y programas, además de una falta de supervisión y vigilancia.

Hay quienes consideran que la gratitud mueve montañas, y para muchos lo valioso es lo más importante, aun cuando lo que la persona brinda puede llegar a ser mucho más valioso aún que lo recibido. Esta es la gratitud que ahora muestran quienes se han incorporado a la administración municipal de Toño Ochoa.

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