Al menos 8 personas murieron y más de 13 mil habitantes han sido evacuados tras las graves inundaciones que han arrasado enteras localidades de la región de Emilia Romaña, en el noreste de Italia, en lo que el presidente regional, Stefano Bonaccini, aseguró que ha sido “como un nuevo terremoto” en referencia al que se abatió sobre la zona a finales de 2012.

“Nuestros pensamiento va a las ocho víctimas y los desaparecidos. A ellos y a sus familias va todo el pésame de la región”, dijo Bonaccini en una rueda de prensa junto con el ministro del Interior, Matteo Piantedosi.

En la zona están operando 700 unidades del Cuerpo de bomberos, 300 agentes de Policía y un millar de carabineros, así como 220 voluntarios de la Cruz Roja, 100 del Socorro Alpino y unos 340 de Protección Civil.

La viabilidad en las carreteras provinciales es crítica, con muchas zonas cortadas mientras que también se han tenido que cortar tramos de la autopista A14, que recorre la costa adriática, al igual que el tráfico ferroviario regional “completamente bloqueado”, mientras que funciona sin problema el tráfico ferroviario nacional y las líneas de alta velocidad.

Las inundaciones han dejado sin energía eléctrica a cerca de 50 mil usuarios, mientras que otros 100 mil tienen problemas en la telefonía móvil y otros 10 mil en la telefonía fija.

“Estamos sin luz, muchas casas sin alimentos y con mucha dificultad con los niños o los ancianos pero no es momento de desanimarnos. Hay que seguir”, escribió en sus redes sociales el alcalde de Castel Bolognese, Luca Della Godenza , después de la crecida del Senio que inundó la ciudad en la provincia de Rávena.

Mientras, el Gran Premio de Fórmula 1 que se iba a disputar en Imola fue cancelado.

Con información de EFE

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