CIUDAD DE MÉXICO (AP) — La máxima diplomática de México dijo el viernes que su país envió una queja de límites fronterizos al gobierno de Estados Unidos expresando su preocupación por el despliegue de barreras flotantes en el Río Bravo por parte del gobierno de Texas que puede violar los tratados de 1944 y 1970 sobre fronteras y agua.

La secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, dijo que México enviará un equipo de inspección al Río Grande para ver si alguna de las barreras se extiende hacia el lado mexicano del río fronterizo.

En la nota dipomática también se quejó de los esfuerzos de Estados Unidos para colocar alambre de púas en una isla baja en el río cerca de Eagle Pass, Texas.

Bárcena dijo que si las boyas impiden el flujo de agua, se violarían los tratados, que exigen que el río permanezca libre. México ya ha pedido que se eliminen las barreras.

Texas comenzó a desplegar la nueva barrera flotante en el Río Grande a principios de julio. Es parte del esfuerzo multimillonario del gobernador republicano Greg Abbott para asegurar la frontera de Estados Unidos con México, que ya ha incluido el transporte de inmigrantes a estados liberales y la autorización de la Guardia Nacional para realizar arrestos.

Los defensores de los inmigrantes han expresado su preocupación por los riesgos de ahogamiento de las boyas y los ambientalistas cuestionaron el impacto en el río.

Una vez instaladas, las partes del sistema que se encuentran sobre el río y las redes con las que están conectadas cubrirán 305 metros (1,000 pies) del medio del Río Grande, con anclas en el lecho del río.

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