La quema de pirotecnia afecta a diversas personas, principalmente a los adultos mayores y aquellas que padecen autismo; sin embargo, los perros, gatos y especies domésticas pequeñas, como los conejos y cuyos, también pueden sufrir por esta actividad.
De acuerdo con diversos estudios científicos, los lomitos pueden captar los sonidos de manera más aguda ya que su sentido auditivo es el segundo más desarrollado, lo que le permite captar sonidos que incluso pueden ser imperceptibles para las personas.
Algunas de los síntomas de molestia en las mascotas son: jadeo, salivación, temblores, aullidos, pérdida de equilibrio, desorientación, convulsiones y taquicardia.
Es por eso que la mayoría de las mascotas sufren en celebraciones como el 15 de septiembre, navidad y año nuevo, ya que el estruendo de las explosiones de los fuegos artificiales y otro tipo de pirotecnia resulta muy alto para ellos; lo que a su vez les genera ansiedad, estrés y, en casos graves, la muerte.
Con información de INFOBAE