“Gracias al moche y a una evidente red de corrupción”.

Nuestra entidad se ha caracterizado en algunos de los últimos sexenios en emprender una lucha contra el gobierno federal, como en el sexenio pasado donde los señalamientos se hicieron de manera frecuente y por representantes de diversos grupos políticos que buscan navegar al son del viento. Y así, comenzamos nuestra cuenta.

1.- La corrupción ha sido un lastre que ha señalado en múltiples ocasiones, sin embargo, no se han determinado responsabilidades, con lo que este fenómeno se ha acentuado. Tan sólo en lo que corresponde la tasa de actos de corrupción en 2022 se contabiliza una cifra de 50,855 por cada 100 mil habitantes.

2.- Uno de los principales fines de los recursos públicos está destinado a cubrir necesidades de infraestructura física que sirve para mejorar la movilidad y la vida de los ciudadanos, sin embargo, se registran actos de corrupción que desgraciadamente hasta nuestros días se realiza entre funcionarios y proveedores de servicios y se refleja en la adjudicación de la obra pública y del pago de servicios, por lo que se da el favoritismo a empresas que resultan ser de amigos que coludidos con servidores públicos cometen actos discrecionales para obtener ganancias abundantes sin medir muchas veces las consecuencias de durabilidad, calidad y seguridad. Así, la corrupción, ocasiona que la obra pública pierda su sentido social, por lo que es indispensable fomentar la transparencia en los procesos de planeación, adjudicación y construcción de las obras,

3.- Han quienes han pensado que el “moche” ha quedado en el paso, pero hay enquistados desde el servicio público que buscan recursos en función de intereses personales, como un ilustre joven de conocido apellido político, Silerio, de quien se dice, obedece a los intereses de funcionarios que atienden desde el nivel de Subsecretario y hace el pase de charola con el fin de obtener las comisiones correspondientes de la inversión que se realiza desde la administración estatal.

4.- Por eso en Durango el gobierno federal ha comenzado a consolidar la lucha contra este mal, y es el operador de Claudia Sheinbaum, Jonathan Jardines, quien ha emprendido su labor para ubicar a quienes fomentan la corrupción desde el poder y que desde la negociación de las siglas políticas sólo atienden sus intereses, sobre todo, si se considera que hay grupos que se dicen de Morena, afines al gobierno aliancista, que ahora quieren el reparto del pastel en su propio beneficio, por lo que quieren embarcar al jefe político para atender sus deseos.

5.- Al igual que el sexenio pasado, han comenzado a surgir corifeos que aplauden los ataques contra las acciones emprendidas desde el centro de México por parte de la Coordinadora Nacional de la 4T, y que fomentan la división y la diatriba al marcar con índice de fuego a políticos que más que dividir, son factor de unidad y de acceso a la política que se vislumbra se llevará a cabo en la próxima administración del Gobierno federal, por lo que no debe haber una confrontación, sino colaboración en función de la política de Andrés Manuel López Obrador y seguramente, de la continuidad que llevará a cabo Claudia Sheinbaum Pardo.

6.- Tan sólo en el ámbito de la salud, ya se han firmado los convenios para el IMSS Bienestar por parte de 23 estados con gobiernos morenistas, mientras que Durango lo ha dejado a un lado debido a la alianza de los opositores, lo cual va a pegar en el tema político y económico dada la trascendencia de las negociaciones que se tienen que emprender para echar a andar los programas en beneficio del pueblo.

Pareciera que en Durango estamos empecinados en repetir los mismos errores y no aprobar la lección. Es sólo cuestión de sentido común.

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