Las áreas naturales protegidas son espacios destinados a la protección y conservación de la riqueza biológica, amén de otros servicios ambientales inherentes, son espacios de recreación e investigación.

Se ha dicho hasta el aburrimiento que Durango es la primera reserva forestal nacional, al serlo, el ecosistema posee múltiples formas de seres vivientes, razón por lo que nuestro Durango, es de los estados del país con mayor biodiversidad.

Durante el gobierno de 2016-2022, se logró duplicar el total de hectáreas bajo este régimen, con carácter estatal, las ya existentes; El Tecuán y Cañón de Fernández, las que se adicionaron; Sierra del Sarnoso y La India y los parques Guadiana, Sahuatoba y Centenario.

Este último, responde a una exigencia social de muchos años, se logra decretar el 25 de junio de 2020, para luego realizar el programa de manejo. 

Por cierto no fueron pocas las voces que señalaron el vencimiento del plazo para elaborar dicho programa, en ese entonces se dieron las razones y motivos de esa tardanza.

El programa de manejo se llevó prácticamente un año, habiéndose convocado a universidades, académicos, organizaciones de la sociedad civil, a todo el que tuviera interés en participar en la factura del documento rector.

Se formalizaron mesas de trabajo; flora,fauna, social, trabajos realizados de manera honerosa, tanto los de campo(acopio de muestras de flora y fauna) como los de gabinete(revisión histórica, censos, estadísticas)

Una vez concluido se editó y se preparó su envío al H Congreso del Estado para su publicación a efecto de su rigor de cumplimiento.

A cuatro años de contar con el programa, es fecha que no se aplica, ni hay muestra de la más mínima voluntad de hacerlo, causando con ello, el continuo deterioro de los parques, en detrimento de la calidad de vida de los que habitamos esta ciudad.

Por indolencia, ignorancia o simplemente porque les vale un cacahuate, ni el gobierno municipal, ni la secretaría de recursos naturales y medio ambiente del gobierno del estado, actúan a pesar del mandato de ley.

No quiero abundar de otros programas afines a las ANP’s como es lo del estudio de ajolote, pues si con el programa de manejo manifiestan su ineptitud, cuanto más en las investigaciones científicas.

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