El papa Francisco volvió a pedir, al término del rezo dominical del Ángelus, el “cese cuanto antes de las hostilidades” en la República Democrática del Congo, en Ucrania y en Tierra Santa “que causan inmensos sufrimientos a la población civil”.
“Acojo con afecto a la comunidad católica de la República Democrática del Congo en Roma”, dijo el pontífice ante los 15 mil fieles reunidos en la plaza de San Pedro del Vaticano para escucharle, a pesar del frío, el viento y la lluvia reinantes.
“Oremos por la paz en este país, así como en la martirizada Ucrania y en Tierra Santa. Que cesen cuanto antes las hostilidades que provocan inmensos sufrimientos en la población civil”, concluyó.
Este nuevo llamamiento del papa se produce después de que Francisco dijera que en la guerra de Ucrania se debería tener “el coraje de la bandera blanca” y “negociar”, que es una “palabra valiente”, para lograr el final del conflicto, en una entrevista a la Radio Televisión Suiza de la que se publicaron algunos extractos.
“Creo que es más fuerte quien ve la situación, quien piensa en el pueblo, quien tiene el valor de la bandera blanca, de negociar. Y hoy se puede negociar con la ayuda de las potencias internacionales. La palabra negociar es una palabra valiente”, dijo el pontífice recogiendo la expresión “bandera blanca” usada previamente por el entrevistador.
Tras publicarse la entrevista, la Santa Sede matizó que el papa no habla de rendición sino de negociación, según dijo el portavoz vaticano, Matteo Bruni, a Vatican News.
“El papa utiliza el término bandera blanca, y responde tomando la imagen propuesta por el entrevistador, para indicar con ella el cese de las hostilidades, la tregua alcanzada con el valor de la negociación. En otro momento de la entrevista, hablando de otra situación de conflicto, pero refiriéndose a cualquier situación bélica, el papa afirma claramente: ‘la negociación nunca es rendición’”, dijo.
Con información de EFE