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Hoy, a bordo de un avión Hércules C-130, de la Fuerza Aérea de Estados Unidos de América, conocido como cazahuracanes, arribó a México con especialistas en ciclones tropicales del 53º Escuadrón de Reconocimiento Meteorológico de la Reserva de la Fuerza Aérea de ese país y del Centro Nacional de Huracanes-Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (CNH-NOAA).

Esta visita es resultado de la

entre el Gobierno de México y el de Estados Unidos, mediante la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), con el apoyo de los gobiernos de Yucatán y Quintana Roo, señaló Alejandra Margarita Méndez Girón, coordinadora general del SMN.

Destacó que, luego del arribo de ho

y, mañana se llevará a cabo un evento protocolario con la participación de representantes del gobierno de Yucatán, de Conagua y el SMN, así como de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y el CNH-NOAA.

Este mismo avión y sus tripulantes llegarán a Chetumal el martes próximo.

Un avión cazahuracanes Hércules mide 29.3 metros (m) de largo, 11.9 m de alto y tienen una envergadura de 39.7 m.

Para volar cuenta con cuatro motores Roll Royce AE 2100d3 de turbohélice de 4 mil 700 caballos de fuerza cada uno y cuatro hélices 6 X Dowty R391.

Mientras vuela a través del huracán, la tripulación a bordo del avión lanza sondas que transmiten continuamente medidas de presión, humedad, temperatura, dirección y velocidad del viento a medida que caen al mar, proporcionando una visión detallada de la estructura de la tormenta y su intensidad, para conocer la intensidad de los vientos y la presión del huracán, lo cual permite saber qué tan destructivo puede ser en caso de un impacto en tierra. Asimismo, permite pronosticar de manera más precisa su trayectoria e intensidad.

Estos aviones, en promedio, requieren de 8 mil 600 galones de combustible para realizar una misión, la cual puede durar hasta 12 horas de vuelo continuo.

La tripulación de esta aeronave está integrada por piloto, copiloto, ingeniero de vuelo, personal de reconocimiento aéreo, oficial meteorológico, un meteorólogo como director de vuelo y 2 o 3 especialistas en ingeniería.

Finalmente, Méndez Girón hizo énfasis en que la colaboración binacional permite utilizar las herramientas existentes para conocer mejor los huracanes y pronosticar sus posibles trayectorias, lo cual es fundamental para enriquecer las estrategias de protección a la población.

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