Las primeras damas han sido una de las figuras políticas más misteriosas de la historia del país, no solo por ser “la mujer” más poderosa durante cierto periodo de tiempo, sino porque su papel es denominado un acto simbólico y, sin embargo, son parte importante de las decisiones del gobierno.
Las esposas de los presidentes deben seguir, en la mayoría de los casos, con actos protocolarios al servicio de la nación. Sus actividades no están reguladas como una figura constitucional, no obstante, ellas conocen más de las situaciones del país que incluso el propio titular del Ejecutivo federal.
Así lo relata el periodista Francisco Cruz Cuevas, quien recopiló las historias poco contadas de las mujeres más poderosas de México en un libro que busca pintar el retrato de un país desde los secretos de Las Damas del Poder.
En entrevista a Infobae México, el autor reveló lo que poco se ha dicho de las compañeras de los presidentes, las falsas ideas de ellas, y sobre todo, la complicidad que tuvieron durante los atroces casos de impunidad en cada sexenio.
La Damas del Poder, obra continua de Las Concesiones del Poder, relata al menos 60 años de historias poco conocidas de distintas mujeres que supieron y se involucraron en actos de corrupción, de nepotismo, y sobre todo jugaron una figura silenciosas en los crímenes de Estado, aportadas por un lugar y un mito intocable.
De acuerdo con Cruz Cuevas, las primeras damas se pintan en un imaginario, en una “leyenda”, en la Madre del Pueblo, la cara buena y noble que acompaña al presidente. Pero en todos los casos, no fueron tal cosa, sino personas “corrompidas por el poder”.
“Hicieron un espectáculo del sufrimiento y de la pobreza de este país y actuaron a placer e hicieron lo que quisieron sin miedo a nadie y sin temor represalia (…) lo que las une es que todas fueron aventureras del poder (…) hay que decir que presentaron todas la cara de la hipocresía, así y que se dejaron tentar por el poder embriagador que da la presidencia a la república”, sostuvo.
Desde el sexenio de Adolfo Ruiz Cortines y su esposa María Izaguirre, quien fue la primera dama que tuvo la oportunidad de votar y no obstante fue recordada como una de las mujeres que hizo su riqueza a base del erario público, el periodista mexicano llega hasta los últimos sexenios, con Angelica Rivera, quien fue descrita como el caso más abrazado por la prensa y escandaloso.
“Las primeras damas nunca fueron un ser indefenso, como a veces si lo pretendemos ver ,ni la Gaviota, ni Margarita, ni Marta ni Paloma Cordero(…) porque le van dando forma a la verdadera dimensión política que tienen las primeras damas en este país o que han tenido desde 1946″, destacó.
¿Por qué una figura tan importante cuenta con tan poca historia? ¿Por qué no se hablaba de ellas? Si bien, en los años en que la fuerza hegemónica del Partido Revolucionario Institucional (PRI) controlaba la prensa, tampoco existía una iniciativa por parte de los medios para indagar en los temas que pudieran involucrar a las esposas de los ex presidentes.
Existía una especie de secretismo por las primera damas, quienes inmersas en su papel fueron parte de actos inimaginables, como Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón, y su relación con empresas familiares que celebraron contratos millonarios con Petróleos Mexicanos (PEMEX), o el derroche presupuestal de Carmen Romano Nolk, esposa de José López Portillo, quien construyó uno de los condominios más lujosos del país, mejor conocida como la “Colina del Perro”.
Cruz Cuevas reveló que no existe una idea aproximada del “despilfarre” que cada dama pudo ostentar en el poder, no obstante, parecía que todas ellas, desde María Izaguirre, esposa de Adolfo Ruiz Cortines, hasta Angelica Rivera, compañera de Enrique Peña Nieto, fueron inertes a la situación del país.
“Sólo hay que desmitificarlas y aquellas mujeres que veíamos como las representantes de la liga de la Defensa Nacional de las buenas costumbres, arrasaron con todo su paso, con todo, o permitieron asesinato, robaron todo”.
Con información INFOBAE