Es Semana Santa y la Ciudad Vieja de Jerusalén está prácticamente vacía por el impacto de la guerra en la Franja de Gaza: tiendas con pocos clientes y pocos peregrinos, mientras los palestinos cristianos, muchos residentes en Cisjordania, no han obtenido permisos para visitar la ciudad santa.
La guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, donde ya han muerto unos 32 mil 500 palestinos, ha hecho que el turismo cristiano y las peregrinaciones a Tierra Santa, que no se habían llegado a recuperar del todo tras la pandemia, se hayan reducido al mínimo.
Nuestro objetivo principal es recuperar la confianza del peregrino. Y eso lleva tiempo”, explica a EFE Dolores Pérez, directora de la Oficina Nacional Israelí de Turismo en España. Israel controla gran parte del turismo en la Ciudad Vieja de Jerusalén, localizada en la mitad este ocupada de esta urbe llamada a ser la capital de un eventual Estado palestino.
Mientras, para los palestinos cristianos de Cisjordania ocupada que quieren celebrar la Semana Santa, el Gobierno israelí ha reducido considerablemente el número de permisos especiales que otorga para viajar a Jerusalén en estas fechas, han denunciado líderes cristianos sin aportar datos concretos.
Con información de EFE