La violencia en México representa un desafío significativo para la próxima presidencia de Claudia Sheinbaum, quien promete continuar con la estrategia de “abrazos, no balazos” del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Con más de 190 mil homicidios registrados entre 2018 y 2024, la situación se complica aún más por el crecimiento del crimen organizado, especialmente del Cártel de Sinaloa y el CJNG.
La militarización de la seguridad pública, reflejada en la reciente reforma que otorga al Ejército control sobre la Guardia Nacional, plantea cuestionamientos sobre la efectividad de las políticas en un contexto donde la inseguridad persiste y se expande por múltiples estados.