Desde que son candidatos, los después gobernantes prometen cambios inmediatos, cosa que evidentemente no pueden cumplir, por lo que es bien sabido que cuando en una crisis un político sonríe es que ya encontró a quién echarle la culpa y en México, los políticos son muy sonrientes, y en este caso, la falta de autocrítica y la repartición de culpas es memorable. Precisamente, los ciudadanos votaron por un cambio, no para seguir igual.

1.- Errar es de humanos, pero echarle la culpa a otro es más humano todavía, y en nuestros días, se ha vuelto moda que los políticos culpen a otros niveles de gobierno, así como administraciones anteriores de los problemas que enfrentan como una autoridad, sobre todo si son de diferentes partidos, cuando en realidad sólo es una explicación a su propia incapacidad de resolver las cosas.

2.- Durante los últimos años, han sido representantes de sectores identificados con la clase política, quienes en mayor medida se han pronunciado en contra de las acciones no sólo del Presidente de la República, sino también de las diferentes dependencias, lo que se ha llevado a cabo de manera cotidiana para manipular la opinión pública.

3.- Las nuevas administraciones deberán hacer énfasis en el perfil de sus funcionarios, ya que estarán a la vista de los demás su currículum y su desempeño en la administración, si ya estuvieron en el servicio público la sociedad será la encargada de ver si desempeño anterior, por lo que ahora debe ser más riguroso el proceso de selección de los nuevos titulares de las diferentes áreas y departamentos.

4.- No existe para nuestra entidad una reducción presupuestal, como lo han señalado de manera errónea y distorsionada diversos actores políticos con intención de desinformar a los duranguenses, el Gasto Federalizado, consistente en aportaciones y participaciones federales, provisiones salariales y económicas, convenios de descentralización y salud pública representa 30 mil 922.4 millones de pesos, lo que significa un mil 292.3 millones más que el ejercicio anterior.

5.- El Gasto Federal de recursos identificados en los Programas de Subsidios y Proyectos de Inversión es de 2 mil 799.6 millones de pesos, que representa un incremento de 29.4% más que el año pasado, y en entre estos programas destacan: Agua Saludable para la Laguna, con un monto asignado al proyecto 2022, de dos mil 300 millones de pesos; Carretera Los Herrera – Tamazula, con 300 millones de pesos y el Camino Rural San Ignacio – Tayoltita con 350 millones de pesos. Así, el gasto programable para proveer bienes y servicios públicos a la población es de 54 mil 882.20 millones, con un incremento del 8.6 por ciento respecto del año 2021.

6.- El presupuesto federal obedece al Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 y debe ser acorde a lo estimado en la Ley de Ingresos y se debe observar que la administración de los recursos públicos se realice con base en criterios de legalidad, honestidad, eficiencia, eficacia, economía, racionalidad, austeridad, transparencia, control, rendición de cuentas y equidad de género, por lo que los programas y proyectos registrados en la cartera de inversión deberán observar rentabilidad socioeconómica; reducción de la pobreza extrema; desarrollo Regional, y concurrencia con otros programas y proyectos de inversión.

La ministración de los recursos atiende el principio de oportunidad y respeto a los calendarios de gasto que se elaborarán con base en las prioridades y requerimientos de las dependencias y entidades, con el objeto de lograr una mayor eficacia en el uso de los recursos públicos.

7.- Esto ha provocado por parte de servidores públicos, negocios al amparo del poder, para hacerse de infraestructura inmobiliaria como edificios y terrenos, obtenidos con engaños y hasta fraudes lesionan la atención a las familias y encarecen la dotación de los servicios que debían darse de manera generalizada y sin tomar en cuenta las ideologías. Falta de servicios a los ciudadanos, deficiencias en su aplicación, así como falta de bienes para realizar las actividades propias de la administración son sólo una parte de estas acciones que llevan a cabo los malos gobiernos.

La ministración de los recursos debe atender el principio de oportunidad y respeto a los calendarios de gasto que se elaboran con base en las prioridades y requerimientos de las dependencias y entidades, con el objeto de lograr una mayor eficacia en el uso de los recursos públicos. Es tiempo de aplicarlos en beneficio de los ciudadanos y sus familias.

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