La violencia no frenó durante la emergencia por Otis. (CUARTOSCURO)

Desde que el huracán Otis tocó tierras mexicanas como categoría 5 ―la más alta según la escala Saffir Simpson― hasta el fin de la declaratoria de emergencia, en Guerrero se registraron al menos 35 homicidios dolosos, según cifras oficiales.

De acuerdo con el Informe de Seguridad diario emitido por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), los asesinatos no cesaron pese a la emergencia vivida entre el 25 de octubre y el 8 de noviembre.

Las estadísticas arrojaron que el 2 de noviembre, justo el Día de Muertos, fue el día con más muertes registradas, con siete casos, mientras que sólo el 28 y el 29 de octubre fueron los únicos que no se contabilizó ninguna persona muerta por hechos violentos.

Dicha cifra registrada durante 15 días arroja que en la entidad gobernada por Evelyn Salgado se llevaron a cabo al menos dos homicidios al día. Además, comparada con la cifra total de muertos que dejó el ciclón ―hasta el momento 48 fallecidos―, se tiene que hay una diferencia de 13 casos.

Ponen fin a la declaratoria de emergencia

La Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), a cargo de Laura Velázquez Alzúa, hizo público el jueves 9 de noviembre el fin de la situación de emergencia en los municipios de Acapulco de Juárez y Coyuca de Benítez por los daños causados por el huracán Otis.

La dependencia a cargo de Laura Velázquez Alzúa precisó que en Acapulco no se mantiene una situación que pudiera causar daño a la población o a sus bienes, porque ya no existe un riesgo a la población por los efectos de viento o lluvia severa que puedan causar inundaciones. A ello se suma que no se registran áreas inundadas o susceptibles a sufrir daños.

La Coordinación subrayó que se debe diferenciar una situación de emergencia a los procesos de recuperación y reconstrucción, éstos últimos que se pondrán en marcha a continuación.

Miedo a los robos y saqueos

Durante la emergencia se registraron diversos actos de rapiña. (X @JehnThirlwall)Durante la emergencia se registraron diversos actos de rapiña. (X @JehnThirlwall)

Durante la contingencia por el huracán Otis, habitantes de algunos barrios de Acapulco se vieron obligados a proteger lo que quedó de sus casas y negocios armados con machetes, bates, palos y lo que encontraran.

Y es que tras el paso del ciclón ―considerado el de mayor impacto en el Pacífico mexicano― hubo severos cortes de luz y con ello llegó también el desabasto de alimentos y artículos de primera necesidad.

Imágenes recogidas por múltiples agencias también dejaron ver cómo las familias levantaban barricadas con tejas de lámina y otros escombros para impedir que extraños aprovecharan las condiciones y fueran a sus cuadras a cometer actos ilícitos.

La situación apenas se reguló esta semana, cuando la Comisión Federal de Electricidad (CFE) logró restablecer el servicio de luz, al tiempo que más elementos de las Fuerzas Armadas, entre ellos la Guardia Nacional, arribaron al lugar para evitar actos de rapiña, saqueos y más actos delincuenciales.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, publicada el 19 de octubre por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el mes de septiembre el 74.9% de los habitantes de Acapulco de Juárez consideraron que era inseguro vivir en esa joya turística.

Otros municipios de Guerrero que también aparecen en el listado de las regiones con mayores percepciones de inseguridad fueron Chilpancingo (84.9%) e Ixtapa-Zihuatanejo (67.7%).

Con información de INFOBAE

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