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¿Podrán mirar de frente a la sociedad duranguense y pedirles el voto para poder reelegirse? Usted tiene la última palabra.

En ocasiones, la sociedad duranguense compara a las diputadas y diputados federales, senadores y senadoras de la República, con los cometas; se aparecen de vez en cuando. Las ciudadanas y ciudadanos tienen razón, sólo nos visitan cuando necesitan de nuestro voto.

Pero si usted, por alguna razón viaja un viernes a la Ciudad de México por la mañana y se regresa en el vuelo de la noche, los puede ver, pero no le dirigen la palabra. Así es la clase política local, cuando llegan al poder, se suben a la nube y se sienten dioses, o sea “mírame y no me toques”.

Pero hay que ser empáticos con ellos, debemos ponernos en sus zapatos, trabajan mucho en el Senado de la República o en la Cámara de Diputados, están tan ocupados que en ocasiones se les olvida cobrar sus quincenas, viáticos y otros privilegios que tienen.

Se comenta esto porque hace unos días, en medios de información y redes sociales, diputadas y diputados panistas, se quejaron de que el gobierno federal castiga a Durango con el presupuesto. No se olvide usted, que el sexenio pasado fue la misma estrategia, siempre se quejaban de que la Federación no entregaba los recursos y por ello, el atraso de nuestro Estado.

Sin embargo, la mentira prevalece, hasta que llega la verdad. Resulta que dos años antes de que terminara el exitoso gobierno de la alternancia, ya se sabía: “la casa estaba hipotecada”.

Del desvío de recursos públicos a los bolsillos del primer circulo del Bicentenario, ya ni siquiera se acuerdan, de los municipios que andaban“arrastrando la cobija y ensuciando el apellido”. Obras que nunca se hicieron, proyectos inconclusos, constructores quebrados y proveedores que hasta hoy, se les debe. En un programa de redes sociales alguien preguntó; ¿Para qué quieren más presupuesto, para robárselo? Usted es el mejor juez.

Y en el fondo, no está tan mal que las diputadas y diputados panistas, gestionen recursos para el desarrollo de Durango. De lo que se queja la sociedad, es que no son congruentes o como se dice no hay piso parejo. No han tocado siquiera a la fallida alternancia que ellos encabezaron, ni con el pétalo de una rosa. No han declarado a los medios, sobre “el legado financiero del pasado sexenio”. Mucho menos cuestionan, si hubo robo de recursos públicos o el tamaño del desfalco que nos heredaron a los durangueses.

Entendemos, las diputadas y diputados panistas, no pueden morder la mano que les dio de comer. Que están donde están, porque ya sabemos quién los hizo diputadas y diputados. Y eso, por sabido se calla. No se puede tapar el sol con un dedo y tampoco, tapar el barril sin fondo en el que se convirtió la alternancia.

¿Podrán mirar de frente a la sociedad duranguense y pedirles el voto para poder reelegirse? Usted tiene la última palabra.

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