El hexafluoruro de azufre (SF6) ha sido identificado como el gas de efecto invernadero más perjudicial, con un potencial de calentamiento global increíblemente alto.
Un estudio de la Universidad de Viena revela que las emisiones de este gas, utilizado en industrias como la de semiconductores y neumáticos, son significativamente mayores a las cifras oficialmente reportadas.
Aunque se observa una disminución de emisiones en la Unión Europea y EE.UU. entre 2005 y 2021, estas siguen superando las cifras oficiales en un 80%.
En contraste, China ha cuadruplicado sus emisiones. Los investigadores advierten sobre la necesidad de regulaciones más estrictas y de mejorar la recolección de datos mediante estaciones de medición en regiones desatendidas para abordar esta “bomba de relojería” climática.