
La capital duranguense se encuentra nuevamente en la antesala de un proceso electoral que, más que claridad, está generando confusión entre los ciudadanos. Como si se tratara de un carrusel político, volvemos a ver rostros familiares compitiendo por la alcaldía, en lo que podría denominarse “los mismos de siempre”.
El Eterno Retorno de las Candidaturas
En esta contienda, nos encontramos ante un escenario que parece extraído de un déjà vu político. Tres aspirantes buscan dirigir los destinos de la ciudad capital, cada uno con una historia particular que los vincula al poder municipal. Lo peculiar es que dos de ellos ya ocuparon el cargo anteriormente, mientras que el tercero busca mantenerse en él, generando así un círculo que parece no tener fin.
La Memoria del Electorado
Uno de los aspirantes ya experimentó en carne propia el rechazo ciudadano cuando, en su intento por reelegirse, el pueblo le dio la espalda en las urnas. Este antecedente debería servir como recordatorio de que la voluntad popular no siempre coincide con las aspiraciones personales de los políticos. Sin embargo, parece que las lecciones del pasado no han sido completamente asimiladas.
El Riesgo de la Monotonía Política
La presencia recurrente de los mismos actores políticos en las contiendas electorales plantea serias interrogantes sobre la renovación del liderazgo en Durango. ¿Dónde están las nuevas propuestas? ¿Por qué parece que el poder circula entre un grupo reducido de personas? Esta situación podría estar sofocando la emergencia de nuevos liderazgos y perspectivas frescas que la ciudad necesita.
El Verdadero Reto para los Duranguenses
El desafío real para los ciudadanos de Durango no solo radica en elegir entre las opciones disponibles, sino en reflexionar sobre el sistema que permite esta circularidad política. La democracia debería ser un espacio de renovación y alternancia, no un escenario donde los mismos actores se turnan en el poder.
En conclusión, esta campaña electoral en Durango más que una fiesta democrática, se ha convertido en un reborujo político donde las caras conocidas vuelven a aparecer. Es momento de que la ciudadanía evalúe si este modelo de alternancia limitada verdaderamente responde a las necesidades y aspiraciones de una ciudad que merece evolucionar y renovarse. El voto informado y consciente será, una vez más, la herramienta fundamental para definir el futuro de la capital duranguense.
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