nota-6588503351

Por luis Farias Mackey

El odio no debe ser estrategia de gobierno, como el dogma no debe guiar su toma de decisiones.

Me mandaron una publicidad del Tren Maya donde hablan sólo de la derecha, de sus privilegios perdidos, de su odio a López Obrador, de un forzado enfrentamiento de clases y del amor del pueblo para con éste por enfrentar a aquélla. Nada relativo al Tren Maya.

La publicidad pretende vender un tren para los pobres y un castigo casi divino contra los ricos, pero en el fondo vende odio, odio entre los mexicanos. Es claro, todo populismo se construye sobre la polarización y un villano difuminado que se pueda envestir en cualquiera y que pueda ser usado como amenaza para acabar con libertades y derechos, así como culpable de todo mal.

El problema es que este mecanismo ubica dogmáticamente a los populistas en el lado correcto de la historia y en un sitial superior, de suerte que lo terminan creyendo a pie juntillas.

El dogma –“no somos iguales”- y la polarización -el odio inculcado y cultivado- son, sin embargo, algo que terminara por revestírseles, porque el poder desgasta, el poder exhibe y el poder saca a flote lo mejor y lo peor de la gente. El problema es cuando se llega a él sin mucho bagaje de lo mejor que pueda ser sacado a flote y sí con sobrado de lo peor.

Súmele a ello que creen que traen a Dios de las orejas y que la lluvia no les moja, y tendrá la estampa perfecta de la 4T y sus contradicciones hoy en día. Es tal su confusión que siguen utilizando como defensa un mantra que hoy los condena: “no somos iguales”. Y no, no lo son: son peores.

En fin, lo dijimos ayer, tener poder no necesariamente es tener la autoridad, controlar el poder no es necesariamente hacerlo efectivo, imponer el poder tampoco forzosamente expone lo mejor de nosotros, de tenerlo, y siempre deja ver lo peor, por más escondido que lo tengamos.

Finalmente, el odio sembrado y cultivado será lo que cosechen, ¿qué más?

#LFMOpinion
#Parrshia
#Odio
#dogma
#Estrategia
#Populismo
#Gobierno
#Política

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *